Amigo.

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En un día tranquilo, todo iba bien y no había señales de riesgo, en una base secreta se encontraba un clan, un clan de espías para ser exactos que lideraba un joven, estaba relajado en su oficina, hasta que alguien lo interrumpió, tirando a un desmayado en su alfombra, manchando con sangre su linda alfombra blanca. Era Auron quien encontró ese casimuerto, sus nudillos estaban goteando de sangre.

-Es Ivan, te estaba buscando.- Explicó el español.
-Bien, pero no era necesario que casi lo matarás.- Respondió mientras se acercaba al cuerpo,  poniendo dos dedos en sus muñecas, confirmando que aún seguía vivo, y si, tenía pulso.
-Es... diferente a la última vez que lo vi...- Susurró mientras daba vuelta al oso, dejandolo con la boca arriba.
-Tal vez te confundas por casi mutilar su rostro...- Respondió. -...De igual forma lo ataque mientras recién se despertará, el se entrenó con Farfa, si el estuviera sobrio, me mataría...- Suspiro y miró a su jefe.
-No me refiero a eso.- Respondió. -Digo, esta diferente, antes era un niño débil escapando de sus padres y mira ahora, es todo un puto guerrero.- Explicó mientras miraba con detalle. -Además, no debiste golpearlo tanto, no confiará con nosotros.-
-Si, bueno, tienes razón, a la próxima no lo haré tan grave.- Prometió el mayor antes de irse por la puerta en donde entró, dejando al oso con su conocido.

Tiempo después, el protagonista, con los ojos hinchados, y el rostro adolorido, abrió sus ojos oscuros, haciendo ver su alrededor, estaba en un sillón, estaba en una clase de oficina, en donde pudo ver a quien esperaba, a su amigo, estaba sentado en su dormitorio mientras leía papeleos de todo tipo, como era jefe, tenía que encargarse de todo junto a su socio, Robleis. Una vez que podía ver, con dificultad pero podía, intentó levantarse, pero con solo sentarse a un lado de la pequeña cama, le empezaba a doler su cabeza.

-¿Donde estoy?- Habló con dificultad.
-Estas en mi base, Spreen.- Sonrió mientras se acercaba al oso. -Uno de mis compañeros te encontró todo hecho mierda.- Explicó.
-¿Desde cuando estas en una base?- Preguntó.
-Soy el jefe de ESPS.- Respondió.
-Me alegra escuchar eso.- Sonrió, pero, trago saliva y explicó. -Pero, quería encontrarte para decirte una cosa.-
-¿Qué cosa?- Preguntó un poco confundido.
-Es sobre el clan Qwtp.-
-¿El clan gringo?-
-Si, ellos utilizaron a Farfadox como llave para abrir el inframundo, traman algo muy malo, no se como, pero desde que el reactivo el beacon de netherite, se volvió oscuro...Daba miedo con tan solo sentirlo...Como si...-
-¿Cómo si fuera un verdadero demonio?- Interrumpió, el cuál, el oso asintió.
-Te ayudaré si me puedes dar un techo y comida, te ayudaré en la base y la protegeré de cualquier amenaza.- Propuso el oso.
-Bien, pero, tendré que asegurarme que lo harás, te daré una semana.-

Poco a poco, todo fue a la luz, la gente de todo el mundo empezó pasar el rumor sobre lo que pasó con el niño Iván, algunos lo creían muerto y otros creían que se fue de vacaciones, pero, solo sabían la parte en donde el oso fue víctima de violenc...

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Poco a poco, todo fue a la luz, la gente de todo el mundo empezó pasar el rumor sobre lo que pasó con el niño Iván, algunos lo creían muerto y otros creían que se fue de vacaciones, pero, solo sabían la parte en donde el oso fue víctima de violencia y que fue acogido por un sicario de primera, quien lo entrenó bastante para que pudiera defenderse. Ahora, exactamente no sabían que había pasado, estaban desactualizados, nunca les hubiera pasado en la cabeza que el beacon de netherite fue activado de nuevo, al de gorra se le había ocurrido una idea, derretir las guadañas y convertirlas en armas, como cuchillos, espadas, hachas y mucho más para que sea más accesible y en pocos días, el clan gringo empezó a actuar, destruyendo pueblos pequeños, aunque pensaban que el joven no sabría, ya que se escapó de ese lugar tan miserable y sabía sus jugadas. Hasta que un día eso cambió, habían diez de sus secuaces con sus armas especiales, matando y matando gente, pero, el joven protagonista no está de accesorio, estaba en cada pueblo que podía ayudar, matando a sus secuaces y teniendo recompensas de aquellos pueblerinos, aunque todos sabían que hacía, algunos no estaban contentos, ya que pensaban que solo actuaba o solo porque no pudo salvar todas las vidas.

El de la cicatriz, al parecer un estúpido por el simple hecho de que el de lentes se entrometiera en sus asuntos, empezó a odiarlo cada vez más y no podía disimularlo como antes, no podía soportar que el mismo que mató a sus padres lo esté ridiculizando de esta manera, pero, tenía un plan B, sus primos, Cochi y Beni, quienes sabían que hacer en esto, el oso no lo vino venir, cada vez que llegaba a ayudar, era demasiado tarde, todos estaban muertos, unas ciudades enteras estaban vacías, algunos lugares incendiados y otros parecían que tuvieron un terremoto de tantas casas destrozadas.

El parecía arruinado, ¿Qué sería de un héroe si no puede detener a un villano? Aunque, el tenía a su mejor amigo, quien no le daba la espalda, era el único que lo apoyaba. Fue a su  oficina y empezó a hablar con el.
-Perdi la batalla, Carre, me ganan siempre, siempre llego tarde o solo era una puta estafa y atacaban a otro pueblo.- Refunfuñaba el protagonista.
-Esto es solo el comienzo, Spreen, tienes que ser más astuto, pero, si sigues así, solo harás que sigan.- Respondió el dinosaurio.
-¿No estarás diciendo que tengo que ir y matarlos?- Preguntó el de ojos oscuros
-Tal vez.- Dijo en un Susurró y miró al oso. -Mira, son un riesgo, a muerto como treinta mil personas este último mes y sigue subiendo cada que pasa los días, además, no es la primera persona que tu matas.- Explicó en un tono más alto para que el oso lo escuchara claro.
-Umh, no lo sé, la tengo difícil de igual manera, tendré que idear un plan para que ellos dejen de hacer todo esto y acabar con todas las desgracias.- Suspiro el oso.
-Mátalos, si no lo haces y le das una oportunidad, te apuñalaran la espalda como quieran, es la única manera de acabar todo esto.- Insistió.
-Igual, son familia de Quackity, no podría hacerle eso...- Habló en un tono culpable.
-El hizo que literalmente matarás a tu propio padre y además ocupar a Dreaan para que te matará ¿Qué crees que hará con Rubius?-
-Hará lo mismo y eso lo sé.-

Después de esas palabras, el oso se levantó, listo para irse.

-¿Donde vas?- Preguntó un poco preocupado.
-Donde Quackity, ¿Me acompañas?- Dio una pequeña sonrisa, el otro, acepto con gusto.

¿Un Tryhard A Qué Costo? - Spreen [1ra Parte]Where stories live. Discover now