𝗕𝗜𝗟𝗢𝗚𝗜𝗔 𝗟𝗨𝗖𝗘𝗦 𝗬 𝗦𝗢𝗠𝗕𝗥𝗔𝗦 𝗜 & 𝗜𝗜.
«SINOPSIS COMPLETA DENTRO DEL LIBRO.»
Ella es elegante, inteligente y seductora.
Él cínico, arrogante, sarcastico y según el sexo opuesto el sinonimo de perfección hecha hombre.
La vida de Adela...
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Adelaine.
—No. Absolutamente no.—hable con rapidez mirando a las dos personas frente a mí.
Bueno, dos y medio. Ramsés está detrás de una pantalla.
—Adela, no es mala idea.
—Eso no me es de ayuda, Rams.
—A mí me dijo que sí, solamente que debías pedírselo.—se encogió de hombros mi hermana que tenía su atención en el libro de colorear.
Negué recostada en el sofá tras haberme puesto la dosis.
Siento un peso menos al haber terminado lo que fuera que tuve con Joseph, más no tener que asimilar de golpe que mis padres me han dado la espalda de nuevo.
Y que amenazan con alejarme de Scarlett.
Trevor me ha dado algo de dinero bajo una tarjeta con el nombre de su verdadera madre pero se que no va a durar mucho.
El dolor de cabeza no me ayuda en nada y a mi mejor amiga junto a mi hermana menor se les ocurrió la grandiosa idea de que Dassaúlt y yo finjamos ser esposos.
—Los medios ya los relacionan, Adela. Marc todavía no sale a desmentir las notas.—Angie me aventó una uva desde el comedor.
Le evitó la mirada porque me siento avergonzada con su familia.
Instintivamente me llevo la mano a la mejilla dónde suelto un suspiro.
—¿Todo bien con Salvatore?—la pregunta me llega cargada de verdadero interés.
Aún puedo sentir la adrenalina corriendo por mis venas tras haberlo terminado en pleno baño.
—Terminé con él.—me sincero tomando asiento a su lado.
Me sonríe causando hoyuelos en sus mejillas y puedo observar el brillo en sus ojos aguamarina.
—Lamento eso, muñeca.
Sonreí girandome a él cayendo en cuenta que Dassaúlt había hecho el mismo movimiento mucho antes.
—No, no lo lamentas.
Él elevó las cejas con diversión y negó.
—La verdad es que no. Al menos debía sonar interesado en que lamentaba la ruptura.—habló con cierta diversión.—Dime, Adelaine. ¿Tiraste a la basura el ramo de lirios que envié hace mucho?
Dos cosas.
La primera, al fin dijo mi nombre.
La segunda. ¿El fue? ¿No estoy sorda?
—¿S.D?
Volvió a sonreír.
—Déjame presentarme de nuevo.—hablo con fingida indignación, lo que me hizo poner media sonrisa.—Marcus Spencer Dassaúlt Fontaine. Primogénito de la duquesa Diane Fontaine.
