•|CAPÍTULO 20: INEFABLE.

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Adelaine

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Adelaine.

Nunca ames tanto a un hombre...

Eso decía la nota que dejó Anna Haase tras salir del hospital y hacerle su visita a Marcus.

Es por eso que mi mano duda en el timbre de la mansión de la que ahora es mi suegra.

—¿Adela?—La voz de Scarlett me hace bajar el rostro hacia ella—. La señora Diane es buena.

—Lo sé, no nos vamos a tardar mucho, lo prometo.

Ella asiente y yo tomo el valor de tocar el timbre que resuena por todo el lugar, Marc está en casa con William y Gianna. Piero llegó cuando nosotras veníamos de salida y debo de admitir, que él es un buen hombre. Estuvo conmigo los días que Mar aun no despertaba pero tuvo que irse por la competencia.

—No le digas a Marc que estuvimos aquí—hable en su dirección.

—¿Por qué?

—Porque le daré una sorpresa, solamente le preguntaré a Diane una receta para hacerle una tarta—mentí.

—Pero si ya sabes hacer tartas.

—Pero esas son especiales sin azúcar—insistí mirando sus ojos oscuros y ella pareció entender.

No me gusta mentirle, no a ella. Pero es la única manera en la que puedo hacer que su inocencia siga intacta. Sus sonrisas son más frecuentes y su desempeño en el colegio es mejor de lo que creí. Mucho más cuando ella sale con Trevor los fines de semana a la pista.

Pongo una sonrisa en el rostro cuando Diane es quien nos abre.

—¡Hola señora Diane!—Scarlett avanza para abrazarla de la cintura, cosa que ella corresponde.

Ella le acaricia el cabello mientras me indica que la siga.

—¿Cómo has estado, pequeña?

—Bien, tuve una nota de excelencia en cálculo—le informa ella con efusividad.

Ella vuelve a sonreír como si fuera una madre orgullosa, Scar pega un leve grito al ver a Poppy que va a seguirlo. Ese perro es la debilidad de Angie y de mi hermana últimamente, entro a la cocina que tiene vista directamente al enorme patio y puedo ver al señor Alessio con varios de los hombres que conforman al equipo de ingeniería del Luxxe.

—¿Como has estado, querida?—Vuelvo mi atención a ella quien deja un vaso con zumo de naranja para mi.

—He estado bien, un poco ajetreada con todo esto de la presentación que ya será en menos de un mes.

Los ensayos son duros, Lacroix siempre está viendo lo que hacemos mal y no se tienta el corazón para todo el ácido que deja salir sin pensarlo dos veces. Angelique cada vez se plantea si seguir con esto o cambiar de rama dentro de la danza porque tantas presiones no son para ella.

ANACRONÍA. | 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 «𝗦𝗜𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗥»Where stories live. Discover now