•|CAPÍTULO 15: LÍNEA DE SALIDA.

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Marc

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Marc.

—Magnus Bonnet obtiene las mayores inversiones del bajo mundo—aquello capta mi atención. William casi se atraganta con su café ante lo que dice por llamada Nicolás De Alba tras el último favor que me atreví a pedirle.—Empresas fantasmas y pequeños negocios hasta el momento de drogas.

Desde que la alzada de la que ahora es mi suegra piso mi casa, hubo algo que me dejó con la espinita de que hay problemas respecto a ellos. Y no me equivoque.

—¿Recuerdas que te dije que ellos siempre se veían raros cuando los entrevistan respecto a sus patrocinadores?—La pregunta de Gigi llegó a nosotros mientras ella le daba un manotazo a Will por quitarle una brocheta de carne.

—En este mundo el dinero predomina más que nada—suelta mi primo con desdén—, mucho más cuando las inversiones son de quinientos millones de dólares y contando. ¿Trevor sabrá de eso?

El bajo mundo. Los Bonnet siempre viéndose tan estirados y refinados como si fueran los reyes del mundo. Se sabe que esa familia ha estado por años reinando dentro del mundo del automovilismo y que por eso, se comportan como lo hacen.

—Tienen décadas haciendo eso, así que supongo que lo hacen por generaciones—informó Gigi que leía en la computadora—. Debemos de tener cuidado respecto a esto, Marc.

Asiento simplemente ante lo que ella dice ya que mi atención recae en la melena oscura de Adelaine que entra en mi campo de visión. Todos mis sentidos se desconectan en el momento que veo como Salvatore se interpone en su camino tomándola del brazo.

Ni porque le patee el trasero en plena pista hace dos horas cuando faltaban las últimas tres vueltas antes de la bandera a cuadros.

—Ni se te ocurra—mi padre habla en mi dirección entrando por la puerta trasera de nuestra cafetería que fue montada en Brasil este fin de semana.

Las manos me hormiguean debatiéndome en que hacer, las cámaras están rodando y la jodida revista de chismes mucho más. Todo se va a la mierda en cuanto ella me busca con la mirada llena de desesperación.

—No te metas, Alessio—es lo único que digo mientras dejo la bebida energética y acomodo el jodido traje.

Mis pasos son rápidos y no me interesa cuando ya me encuentro corriendo hacia ellos. Me valen los medios de comunicación en estos momentos.

—Ten en claro que la vas a pagar muy caro, Adelaine—logro escuchar a Joseph conforme me acercaba.

—Sueltala, Salvatore—siseó molesto mientras lo señalaba.

La rabia se vuelve un impulso en mi cuerpo al ver como este solamente se echa a reír y aumenta la presión sobre ella. Trato de calmarme para no caer en los problemas del pasado ante mis ataques de ira, sin embargo, es imposible.

—Joseph por favor—el que ella casi le suplique que la suelte hace que me interponga entre ellos y mi puño acabe en el rostro de Salvatore.

La gente jadeó sorprendida ante mi arrebato y escucho como llaman mi nombre. Las mujeres no son un maldito objeto el cual tratar con violencia cuando se nos dé la puta gana.

ANACRONÍA. | 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 «𝗦𝗜𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗥»Where stories live. Discover now