ch. 001

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐍𝐄the dragon and the wolf

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐍𝐄
the dragon and the wolf


















Rhaegar observó a Lady Lyanna Stark, ubicada bajo el árbol a unos cuantos metros de él, había una armadura plateada junto a una espada, y solo por ese detalle descubrió que la doncella ante él, de alta cuna, era nada más que el Caballero de Árbol Sonriente. Un valiente y misterioso caballero que apareció en las justas y todos desconocían, moviéndose de manera elegante pero descuidada, al ver que nadie descubriría quién se encontraba bajo el yelmo del misterioso, la curiosidad incrementó en todos y pronto, los rumores comenzaron.

Por casualidad o destino, Rhaegar se encontró con Lyanna justo cuando ella se despedía del caballero, de esa identidad que la hizo sentir la libertad que nunca encontró en el Norte. Quería olvidarse de la realidad que la abrumaba y que sabía iba a tener que enfrentar cuando vuelva a tocar el suelo frío de su hogar, el tener que comprometerse con Robert Baratheon sólo le traería sufrimiento y restricciones, la idea de eso hacía que un sabor agrio se instale en su garganta, había un fluido constantemente subiendo por la boca de su estómago que la hacía sentirse enferma.

Decidió escucharla cuando se percató de la incomodidad e insatisfacción que resplandecía de ella, esos ojos grisáceos lo observan con tristeza y Rhaegar empezó a preguntarse cuáles razones podrían poner tan triste a una joven dama como ella. Jamás llegó a ver tal mirada en los grandes ojos violetas de su hermana menor, Maegelle era la vívida imagen de juventud y alegría. Pero, tal comparación podía ser un poco injusta, ambas tenían realidades diferentes de la otra.

─¿Qué es lo que la preocupa, Lady Lyanna?

Lyanna pasó saliva y se preguntó si realmente podría confiar en él, en un príncipe que pronto sería coronado. No había dudas de que sería un excelente Rey, todos confiaban en que así sería. Incluso su padre tenía fe en que Rhaegar les traería paz tras años de desconcierto y angustia.

A lo mejor, él podría rescatarla del futuro deplorable que le esperaba.

─No quiero que el Torneo acabe ─musitó, en voz baja y casi inaudible. Rhaegar la observó, sus ojos brillaban con curiosidad y eso consiguió hacerla continuar─, al regresar a casa, no me espera nada más que afrontar deberes de los que parece que no puedo huir.

─¿Cuáles deberes? ─aunque le parecía bastante obvia la situación, decidió preguntar de todos modos.

─Mi compromiso ─musitó nuevamente, rodando sus ojos con molestia y sus puños se cerraron con fuerza, completamente frustrada─, con Robert Baratheon. ¿Es qué no merezco algo mejor? ¿Es que mi padre tan poco cariño me tiene que me compromete con el hombre... menos noble y honorable que hay en los Siete Reinos? La primera oportunidad que llegó para deshacerse de mí y no la desaprovechó para nada. Ni siquiera deseaba oír mis pensamientos.

call of silence.       robert's rebellionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora