ch. 010

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐄𝐍















El enojo y la frustración de Maegelle al día siguiente habían incrementado abruptamente cuando se percató de que su padre estaba evitándola, no se presentó en el funeral, tampoco se acercó a ella; ni siquiera supo si él había llorado a la mujer que les dió la vida. De acuerdo a Jaime Lannister, quién luego se lo informó, el Rey se había encerrado en sus aposentos privados y no deseaba ver a absolutamente nadie. Muchos lo consideraron un acto de luto y lo respetaron; pero ella sabía mejor.

Rhaegar intentó mantenerse cerca de Maegelle durante esa mañana, pero su hermana acababa empujándolo lejos de ella, hacía todo lo posible por mantener una distancia molesta entre ellos y se limitaba a responder con monosílabos o simples asentimientos de cabeza. Ya no sabía si era por su dolor o porque quizá no quería estar ni a dos centímetros suyo, no sabía cuál opción le hacía doler más el corazón.

Viserys, por otro lado, se mantuvo aferrado a la pierna de Maegelle mientras asimilaba lo que sucedió. Ella le explicó, de manera cuidadosa y casi enternecedora, cómo sucedió y cómo deberían de afrontar sus vidas de ahora en más. Le dijo, casi por ponerse a llorar, pero manteniendo una firmeza propia de su majestad: "A veces, una vida muere para que una nueva pueda florecer... Dany nos va a necesitar, Viserys, debemos ser fuertes por ella y mamá." Así, el menor se convenció a él mismo de que cuidaría a su hermanita recién nacida hasta su último suspiro.

Un suspiro dejó los labios de la princesa mientras hacía un sobreesfuerzo por escuchar a las palabras de Cersei Lannister sobre cómo el "pequeño monstruo", su hermano Tyrion, acabó por hacer lo mismo que su hermanita menor, y asesinó a su madre. Estuvo a nada de ordenar que le corten la lengua o que la azoten mientras la escuchaba gritar; estaba tan agotada mentalmente que no supo cómo reaccionar con exactitud.

─Siempre puedes acudir a mí, princesa; entiendo completamente vuestro dolor y la gran batalla con la que se enfrentará al tener ante usted a la persona que asesinó a vuestra madre ─musitó, y Maegelle no podía entender cómo es que creía que sus palabras eran adecuadas─. Quizá usted pueda hacerla desaparecer, después de todo, es la princesa heredera y vuestra palabra, algún día será nuestra ley... De ser yo, no habría dudado un segundo en cortarle la cabeza a la pequeña bestia, o quizá tirarlo ante los leones para que le arranquen la piel...

Maegelle inhaló una gran cantidad de aire, controlando la ira que empezaba a correr por sus venas con mucha turbulencia, causando que los peores impulsos empiecen a aparecer en ella. Tal vez emanó algún tipo de energía violenta, porque Robert se acercó hacia ellas.

─No invadas a la princesa con vuestra porquería, Lannister; ve a buscar a tu padre ─ordenó Robert. Cersei quiso poder enviarlo al infierno, sin embargo, realizó una reverencia y rápidamente los dejó─. Por un segundo creí que ordenarías que la cuelguen.

call of silence.       robert's rebellionWhere stories live. Discover now