ch. 017

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍𝐓𝐄𝐄𝐍



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Despertó mucho antes del amanecer, había pasado gran parte de su noche pensando en los acontecimientos que pusieron su vida e ideas al revés. No recordaba cuántas copas de vino pasaron por su garganta dejando un sabor amargo, aún así, por un momento, olvidó que cuando el sol se pusiera sobre su hogar, pronto se vería unido de por vida con otra mujer que, aún si detestaba la idea, él escogió.

Rhaegar no podía culpar al destino, ni a su padre, ni a nadie más que a él mismo, había sido causante de cada desgracia que cayó sobre ellos en menos de lo que uno imaginaría. Harrenhal había sido la sede perfecta para realizar un torneo bajo engaños, cuando entre las sombras se ocultaba su verdadera razón: despojar a su padre del Trono y obtener aliados que le dieran fuerza numérica. Con esa idea en mente, él jamás llegó a considerar que pondría sus ojos en una joven del Norte y que pronto despertaría en él lo que hacía mucho no pasaba por su cabeza: la profecía.

No sabía si fue su ingenuidad o simplemente su estupidez lo que lo orientó a olvidar sus verdaderos deberes como príncipe heredero, pero se dejó llevar y mucho más de lo que debió. Lyanna no sería mala como esposa, era una belleza exótica que permaneció mucho tiempo oculta del ojo de los demás Señores, tenía una actitud bastante peculiar, no le importaba decir lo que pensaba ─y como ya estaba comprobado─, tampoco temía huir de sus responsabilidades, causando dolores de cabeza en todo el mundo, Rhaegar consideró eso un poco egoísta, pero después de todo, él no era ningún santo para juzgar.

Lyanna tenía sus propias ideas y deseos, quizá hasta mucho más profundas que las de él. Mientras ella deseaba con recorrer el mundo desconocido, portar motas de malla y pasar más tiempo sobre los caballos que con los pies en la tierra soportando los vestidos de alta cuna; él tenía otras responsabilidades, porque quizá hubiera perdido la corona, pero sin dudas aún muchos cuentan con él, y Maegelle era una de ellas. No podía volverle a fallar, no podía irse sin mirar atrás a sabiendas de que dejaba a la persona que siempre se encontraría en su opción número uno de prioridades. Tal vez fuese aún peor de egoísta que Lyanna, pero quizá debería de dejarle en claro cómo sucederían las cosas.

call of silence.       robert's rebellionWo Geschichten leben. Entdecke jetzt