Capítulo 24

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Me convencí a mí mismo de que sería mejor no aparecer en clase con la cara que tenía. Le conté, a grandes rasgos, a una consternada Christie lo que había pasado e inmediatamente se ofreció a pasarme los apuntes y la tarea. También me dijo que iba a darle una patada en los huevos a los idiotas, pero ahí sí que tuve que oponerme. No merecía la pena, y lo que menos quería era que, por algún azar del destino, empezaran a meterse con ella. Creo que la convencí. Eso espero.

Por otro lado, también logré convencer a mi padre de que fuéramos al hotel los dos. Le dije que me pondría a hacer la tarea de hoy en el cuarto de al lado. No estuvo muy de acuerdo, porque debía descansar. Y tenía razón. Debía hacerlo. Me sentía un auténtico saco de boxeo viejo con secuelas, pero me cuesta estarme quieto.

Acabó accediendo con la condición de que descansara en el sillón. Así que aquí estoy. Haciendo la tarea mientras me leo los apuntes de las clases que han pasado ya. Aunque no fuera un fanático de las tareas, me entretenían, y, cuando acabé las de la última clase que me había enviado ella, me aburrí inmediatamente. No podía seguir haciendo más hasta que la hora de la siguiente asignatura acabase, así que... me eché en el sillón. Siempre con cuidado.

Cerré los ojos con la intención de descansar realmente, pero una voz ronca y profunda me perturbó. Venía del despacho de mi padre. ¿Quién sería? ¿Y por qué parecía que tenía la potestad de hablarle así? Me levanté, medio indignado, y me dirigí hacia allí. Pegué la oreja e intenté escuchar la conversación.





Se llevó las manos a la sien y miró a su padre por enésima vez. Jungkook nunca lo había echado de menos en la empresa, pero, últimamente, menos aún, si cabía.

—¿Me estás escuchando? —preguntó con voz severa.

—Sí.

—Tienes que presentarte en esa comida. El año pasado tuve que ir en tu lugar y eso no da buena imagen.

—Tú das mejor imagen que yo, papá. ¿No es eso lo que siempre dicen?

—¡Me da igual lo que digan! —Dio un golpe en la mesa, enfadado—. Siempre hemos ido y no dejaremos de hacerlo ahora. Es una reunión importante. Ya sabes que...

—Muchos de los negocios empezaron ahí, sí —completó sin ganas.

—Pues que no se te olvide —sentenció antes de darse la vuelta.

Jane acompañó al padre de Jungkook hasta la puerta, sin embargo, la apartó. Ella se quedó a un lado y este abrió la puerta. El cuerpo del pelinegro se tensó cuando se dio cuenta de quién estaba detrás. Junghyung se encontraba parado como una estatua, mirando fijamente al señor. Parecía sorprendido.

La tensión comenzó a crecer y Jungkook tragó con fuerza cuando su padre se giró y le clavó la mirada.

—¿Y este mocoso? —El menor frunció automáticamente el ceño e intentó abrir la boca, pero Jane fue al rescate y se lo llevó.

—Es el sobrino de mi abogado. —Desvió la mirada, nervioso.

Su padre se quedó en silencio, mirándolo inquisitivamente.

—¿Ahora eres una niñera? No tienes tiempo para ir a la comida, pero sí para hacer de niñera —se burló.

—Estoy trabajando. No estoy haciendo de niñera, como has podido comprobar. —Levantó una pila de papeles por firmar que tenía en la mesa.

To Mr. Jeon [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora