Capítulo 5

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Jungkook aún no podía tragarse los pensamientos que le habían invadido tras la llamada telefónica y, cuanto más miraba al menor comerse la ensalada que había preparado de cena, más ansioso se ponía.

—¿Pasa algo? —Vio cómo los dos ojos curiosos del pequeño se despegaron del plato.

Sacudió la cabeza en silencio y negó.

—Nada —habló, no muy seguro.

—¿Nada? Me tienes aquí comiendo como una cabra y no veo que ese tenedor se haya movido. —Frunció el ceño.

El empresario rodó los ojos, cansado de sus interrogatorios constantes.

—Come —espetó.

—El que no lo está haciendo aquí eres tú. —Hizo un mohín y se llevó otro trozo de espárrago a la boca—. ¿Por qué no me lo quieres contar? —murmuró un poco disgustado.

—¿Por qué habría de contártelo? —habló sin ningún tipo de acusación en su voz.

—¿Porque soy tu hijo? —dijo con obviedad.

Apretó los labios en una fina línea y apartó la mirada. Sus ojos volvieron a la comida y suspiró tras dar el primer bocado.

—Termina de comer, lávate los dientes y acuéstate ya. Es tarde y mañana yo madrugo.

Junghyung hizo un pequeño puchero y tragó lo que estaba masticando.

—¿Mañana vas al hotel? —preguntó con la esperanza de que no fuera así.

—Sí, aún me quedan un par de días antes de terminar aquí.

—¿Luego volveremos a casa? —Lo miró con la curiosidad inocente que lo caracterizaba cuando no estaba a la defensiva.

El pelinegro lo miró unos segundos. Su casa... Tampoco lo había pensado.

—Entiendo que no me quieras acoger en tu entorno más privado. —Volvió a mover el tenedor—. No te preocupes, tengo clases, ¿sabes? Voy al colegio y suelo salir tarde, así que no estaré mucho. Nos veremos poco. Espero que eso te tranquilice —declaró antes de levantarse y recoger el plato.

Un gran silencio se cernió sobre la cocina, sobre ambas personas, sobre sus pensamientos. Jungkook tardó en procesar el trasfondo de lo que estaba diciendo y, cuando fue a replicar lo dicho, el niño lo interrumpió.

—Buenas noches, papá —se despidió luego de haber lavado el plato.

—Junghyung, espera. Nunca dije qu...

—Que duermas bien —lo volvió a interrumpir mientras subía las escaleras.

Apoyó la espalda en la silla y exhaló con fuerza. Por un momento, lo había pensado... Un extraño que decía ser su hijo invadiendo su espacio personal. Pero no había sido más de unos segundos. No era esa la intención que había tenido. No había querido trasmitirle eso al chico, pero, al final, Jimin iba a tener razón y él era demasiado transparente.

Recogió su plato sin comer nada más y se dirigió al baño. Necesitaba otra ducha para relajarse un poco. Sentía que el estrés se le había multiplicado sin darse cuenta. Esperaba poder soportarlo, como todo lo demás.



Desde que se había levantado, no había parado de pensar en lo de ayer. Sentado en el sillón y con una taza de café en la mano, le vino a la mente la situación que había dado fin a la visita de Jimin y, por último, la conversación de anoche. Ahora sabía también que el menor iba a clase...

To Mr. Jeon [KookV]Onde histórias criam vida. Descubra agora