(X) Rastros de Sangre

207 21 12
                                    

Tigresa abandonó el Palacio Imperial y, tras preguntar a uno los guardias que custodiaban el enorme portón, se dirigió al Cuartel de la Guardia de Jade para tener una "larga" conversación con el supuesto capitán Chao.

Tigresa caminaba por las calles de la ajetreada ciudad con mucho cuidado para no tropezar con los ciudadanos mientras miraba a todos lados. Buscaba a Tai Lung, suponiendo que este iba a esperar en las cercanías del palacio, pero parecía no ser el caso. La felina seguía las indicaciones, pero algo le resultaba muy familiar. Aunque la ciudad había cambiado mucho, Tigresa tenía la impresión que ya conocía ese camino.

Recordaba descender por unas largas escaleras y posteriormente llegar a una pequeña plaza, justo al frente de un enorme edificio. "Cuartel General de la Jefatura de la Guardia de Jade." Ponía sobre un enorme cartel justo sobre la entrada principal. Las enormes puertas de madera estaban custodiadas por dos guardias, los cuales portaban un par de espadas a cada lado de su cintura. A Tigresa le pareció raro, puesto que el sargento Hong le había dicho que la guardia no portaba armas dentro de la ciudad. O tal vez, estos dos eran la excepción.

La maestra miraba el edificio y sus alrededores, y por alguna extraña razón, el lugar le parecía sumamente familiar, aunque ella estaba convencida que nunca antes había estado frente a tan peculiar edificio. Entonces, sin previo aviso...

????: - Buh. -

Una leve voz le susurró desde atrás a la oreja mientras dos objetos punzantes la tocaron por las regiones lumbar y la iliaca. Un shock recorrió el cuerpo de Tigresa de pies a cabeza, lo cuál hizo que se le pusieran todos los pelos de punta. Por instinto, la maestra saltó hacia delante mientras se daba la vuelta impactada. Al superar el fuerte susto, se pudo percatar que se trataba de Tai Lung, cubriendo su figura con una larga túnica, el cual tenía una enorme sonrisa de oreja a oreja dibujada en su rostro.

Tigresa: - ¿Acaso estás loco? Casi me matas del susto. - Lo golpeó ligeramente en el pecho, aunque para Tai Lung el golpe fue bastante fuerte.

Tai Lung: - Eh. Tranquila. Sólo fue una broma. No hay por qué alterarse tanto. -

Tigresa: - Diablos. Sentí que perdí una de mis nueve vidas. -

Tai Lung: - No seas exagerada. Fue un simple piquete con las uñas. -

Tigresa: - Lo se. Es sólo que estaba perdida en mis pensamientos. -

Tai Lung: - ¿Y eso a que se debe? -

Tigresa: - Es que... siento que he estado aquí antes. Pero no estoy segura. ¿Hace cuanto se construyó este lugar? -

Tai Lung: - Bueno... el cuartel fue fundado hace unos tres años o más, pero esto solía ser la antigua prisión de la ciudad. -

Tigresa: - Ah. Por supuesto. Ya sabía que me recordaba algo. Estuvimos aquí cuando vinimos a detener a Shen. -

Tai Lung: - ¿¡Estuvieron en prisión? ¿Acaso unos cuantos lobos lograron superar al Guerrero Dragón y a los Cinco Furiosos? - Dijo con cierta burla.

Tigresa: - Es una larga historia. -

Tai Lung: - Espero que algún día puedas contármela. Digo... si no te molesta. -

Tigresa miró al leopardo de las nieves con cara de poker, y luego le dio un suave golpe sobre el hombro.

Tigresa: - Claro que puedo. Venga. Vamos a hablar con ese tal Chao. Por cierto... ¿De dónde sacaste esa túnica? -

Tai Lung: - La... tomé prestada. - Tigresa lo miró con desaprobación. - ¿Qué? Prometo devolverla. -

A Tigresa no le dió tiempo regañar al mañoso leopardo, puesto que uno de los imponentes guardias captó su atención.

Kung Fu Panda Fanfic - La Sombra de la Ciudad de GongmenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora