(XXX) - Hermandad

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[La rápida recuperación de Tigresa y de Tai Lung no es simple un desliz del guion. Les recuerdo que las técnicas de curación del Palacio de Jade son más eficientes. Técnicas que Víbora aprendió muy bien de Mantis. Además, Po, ahora como todo un maestro de Chi, pude acelerar los procesos de sanación en los pacientes gracias a su control y a la capacidad de donar su propio Chi.]

Desde hacia más de un mes quería poder verlo a los ojos. Estar frente a él y decirle todo. Desahogarse y disculparse. Y ahora Tai Lung estaba justo allí. De pie y pudiéndose valer por su cuenta. A pocos centímetros. Sin que nadie pudiera interrumpirlos o burlarse de ella más adelante por su debilidad. Pero las palabras simplemente no salían de su boca. 

Tigresa: - Yo... Yo... Tai... Yo... - Tartamudeaba cosas sin sentido, pues eran más las palabras que quería decir que las que salían de su boca. 

Ante tal vista, Tai Lung no dijo una palabra. Simplemente colocó suavemente su dedo índice frente a la boca de Tigresa, haciéndole entender que no tenía que explicar nada. Que él lo entendía todo. Sin embargo, la tristeza y arrepentimientos de Tigresa debían salir de su interior, y al no poder expresarlo, se recostó al pecho del leopardo de las nieves, y las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, repitiendo "Lo siento" una y otra vez.

Tai Lung la vio y pudo sufrir tanto como ella, aunque su expresión mostraba una sonrisa complaciente mientras abrazaba a Tigresa con sus manos y la apretaba contra su pecho con delicadeza. Apoyó su cachete sobre la cabeza de la maestra, justo entre las orejas, y con su mano derecha comenzó a acariciarla en la nuca. Y sin decir una palabra le dijo: "Todo está bien."

Pasaron largos minutos. Minutos que para algunos parecían interminables, para otros, demasiado rápidos. Un poco más calmada, Tigresa, junto a Tai Lung, abandonaron la habitación y se encontraron en un silente corredor. Supusieron que todos estaban en sus que haceres, así que decidieron hacer una pequeña caminata, de una forma un tanto extraña para sus personalidades. Tigresa caminaba al lado del leopardo, agarrados de manos y con la cabeza recostada en su hombro. Un tanto incómodo, pero a ninguno de los dos le desagradaba en lo más mínimo. 

Eventualmente pudieron escuchar las voces de sus amigos provenientes de una habitación en las cercanías, pero les llamó aún más la atención el pequeño jardín que les quedaba justo a la derecha, donde estaba Po, tranquilamente meditando, con Víbora sobre sus hombros. 

Po: - Me alegro que estén bien. - Dijo aún estando de espalda, sin ver con sus ojos su llegada, simplemente notando su presencia. 

Tigresa: - Ha pasado tiempo. Viejo amigo. -

El panda de puso de pie y se dio la vuelta, viendo con felicidad cómo su antigua compañera y alumna pudo encontrar alguien que le calmase el corazón, justo cómo él. Fue un momento revigorizante, un momento donde los cuatro presente pudieron verse a los ojos y sonreír a pesar de todo lo sucedido. Momento interrumpido por el mismo Tai Lung, que no pudo contener una pequeña carcajada cuando vio al panda, el gran guerrero que lo venció en el pasado, mirando sonriente con el mentó de Víbora apoyado sobre su cabeza. Algo para todos era costumbre ver, pero no para él. 

Po: - Veo que has cambiado. Viejo amigo. - Dijo con una voz placentera, mucho más sabia que la última vez que se vieron. 

Tai Lung: - Han pasado quince años desde entonces. - Dijo refiriéndose a la vez que lucharon en el Valle de la Paz. 

Po: - Espero que no te halla dado muchos problemas. - Le dijo en broma, refiriéndose a Tigresa.

Tigresa: - Oye... - Le llamó la atención.

Tai Lung: - Podría estar hablando durante horas al respecto. -

El comentario del leopardo de las nieves provocó unas alegres carcajadas entre amigos, aunque Tigresa estaba un poco apenada al principio, pero eventualmente se sumó al resto. Y tras una pequeña charla, los cuatro se dirigieron a la habitación donde se encontraba el resto, sentados tranquilamente alrededor de una mesa hablando de diversos temas, aunque esta vez cambiaron el sake por un té verde tradicional. 

Kung Fu Panda Fanfic - La Sombra de la Ciudad de GongmenWhere stories live. Discover now