5- El virgen en la habitación (parte 2)

24.4K 1.3K 244
                                    


—Jacob

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Jacob.

Jodidamente caro.

Una cifra que dejo mi cuenta bancaria de lado.

Agradezco que mis padres ya no monitorean mis gastos, porque de lo contrarios me reclamarían porque faltan varias cifras del dinero que me depositan para pagar mis estudios y residencia. Creo que después de este gasto, tendré que conseguirme un trabajo temporal.

No exagero.

En la hermosa Rubí de ojos azules, me ha gastado todo el dinero que estaba destinado a los pagos de la luz y el gas, pero quién quiere agua caliente cuando puede tener algo mejor como el sexo.

Este mes tendría que pagarlo Jackson, aunque desde que se fue a su fiesta la semana pasada, solo le he visto por casa dos veces.

Vaya amigo que me gasto, pero estaba seguro que la euforia de ir a fiestas todo el tiempo, le durara hasta finales de octubre, cuando sus primeros reportes de calificación le lleguen a su padre.

Lo que más me sorprende de haber gastado todo este dinero, es que yo no suelo ser impulsivo y menos en las finanzas, me caracterizo por ser muy metódico con mis ahorros, sin embargo, esta vez las cosas se fueron de mis manos, lo único que me reconfortaba es que tendría mi primera vez con una chica atractiva y experimentada.

Por ello estoy aquí ahora mismo, sentado sobre un mueble individual en una habitación de hotel a las afuera de la ciudad.

Aquella noche luego de ser aceptado por Rubí, de quien estaba seguro no era su nombre, realicé el pago a la cuenta que me proporcionaron y procedí a realizar una recepción en un hotel que no conocía de nada, pero que me dio buena pinta al ver que tenía ciento de reseñas buenas en Google y que no era tan caro como para prescindir del pago de mi comida.

Hotel Deveau, un lugar muy hermoso, a decir verdad. Llegue aquí hace unos 15 minutos y el reloj en la pared de la pequeña sala frente a la cama, marcaba las 8:55. Mi cita era de 9 a 11, pague por 2 horas y la verdad no sé qué me llevo a hacer eso. Probablemente todo sea muy rápido y me sobren algunos 110 minutos de los 120.

Miro una vez más la habitación que me han dado. Es amplia y cómoda, las paredes son de un blanco hueso que pega con el suelo de madera pulida, en la que se alza una cama doble con edredones planchados y mullidos, de color blanco impoluto. Tiene varias almohadas y cojines igual de cómodos, a ambos lados tiene mesitas de noche con lámparas que reposan encendidas emitiendo un color amarillento que pone en ambiente el lugar.

A un lado de la cama, se alzaba un balcón con puertas de maderas corredizas que estaban abiertas dejando que el aire corra por el lugar. Yo las abrí al llegar y saliendo al balcón para ver la noche tan oscura y el patio trasero en el que la piscina se posaba con varios interesados. El murmullo no llegaba hasta aquí, pero si el sonido ligero de una melodía que no lograba identificar, pero que era lo más remotamente relajante que podía mencionar ahora mismo.

Habitación 159 [#1 Los Wellington] COMPLETA ✔Where stories live. Discover now