Habitación 159 [#1 Los Wellington] COMPLETA ✔

30- El día de navidad (parte 1)

—Jacob.

Mis pies descalzos se abren paso sobre el suelo frio del pasillo, mientras me encamino a la sala de la casa, desde donde llegaban murmullos y sabía bien por qué. Era el dia de navidad y estaba seguro de que, siguiendo la tradición familiar, estarían alrededor del árbol, arrojándose regalos y tomando te de jengibre.

Cuando llego a la sala, mi mirada se posó en el pequeño grupo que conforma el perfecto cuadro de familia anglosajona; constituida por mis abuelos, mis padres, Jack sentado sobre un mueble, con Jeff mirando algo un video en su celular del que ambos rien y Connor saliendo de la cocina con una figura femenina siguiéndolo de cerca, todo en pijamas con estampados navideños, incluida Natasha, con un largo chándal rojo con cuados negros y camisetas rojas con un santa estampado.

Incluso yo mismo, contra mi deseo fui obligado esta mañana temprano, desperté luego de una larga noche sin dormir, con mi abuela Claudia golpeando mi puerta y exigiendo que llevará el pijama al salir de mi habitación, a lo que no pude negarme, aunque odiaba estas ridiculeces, parecía que era el único porque hasta Connor estaba cómodo con el conjunto. Incluso con ese ridículo conjunto parecía elegante, no sabia como mierda lo lograba.

Libero un pequeño suspiro y camino hasta entrar más en la sala, mirando de reojo a la mujer que me robo el sueño toda la noche. Su cuerpo que hace menos de 4 horas estaba tiritando bajo el mío y gemía por más, acogiéndome, ahorra oculto por el amplio pijama y su cabello que antes estaba esparcido enmarañado sobre mi almohada, ahora estaba envuelto en un moño desordenado, mientras su rostro no lleva una gota de maquillaje y lucia una gran sonrisa en dirección a Connor que le susurraba algo, mientras daba sorbos de su tasa de té y ella seguido hacia lo mismo.

Ambos caminan a un mueble compartido, sentándose junto al otro con bastante confianza y cercanía, mientras yo me dejo caer junto a Jeff sin mucha gracia. Elevo los pies y los pongo sobre la mesa central, llevándome una mirada de mi madre que ignoro por completo.

Regreso mi vista a la pareja frente a mí y no puedo evitar sentir una punzada en el pecho. Ahora que sé que no estás juntos, debería de sentirme más relajado, sin embargo, eso no me quita la incertidumbre, el pensar que podrían regresar o que Connor intente arreglar lo suyo. Al final del dia, habían salido por mucho tiempo, en su tiempo tuvieron química y han dormido juntos, aun comparten la misma cama y yo más que nadie sabía que podía pasar cuando te encerrabas en una habitacion con Natasha, era imposible de ignorar.

Me siento ligeramente mortificado y más ahora que mis sentimientos quedaron revelados para mí mismo, pero entonces ella eleva sus piernas y se pone en posición de indio sobre el mueble, eleva la tasa de té a sus labios y mientras sopla el líquido, para luego darle un sorbo, su mirada se eleva a la mía, clavándome en mi lugar.

Un ronroneo se cuela en mi pecho, mis entrañas se calientan y me pierdo en el reflejo azulado de su mirada. Sus pupilas lucen brillantes, siendo casi un reflejo de una intensidad que no lograba descifrar, pero que me encanta que me ofrezca a mí. Una pequeña sonrisa tira de sus labios aun sobre el borde de la tasa y yo tengo que morder mi labio inferior para no regresarle la misma acción. Mientras eso pasa, los murmullos de la sala siguen resonando, los demás hablan de cosas al azar, ella me recuerda con una mirada lo que ha pasado hace horas.