Habitación 159 [#1 Los Wellington] COMPLETA ✔

1-La traicion.

—Jacob.

Siempre he escuchado que hay un punto de quiebre, ese último empujón para caer y que no puedes impedirlo por más que lo intentes o desees. Mi punto de quiebre llego cuando menos lo esperaba.

Había sucedido en junio, el verano estaba en su más alto punto y la gente estaba feliz por ello. Yo no era la excepción, mis padres tenían una casa en la costa y solíamos pasar las calurosas semanas entres las olas de mar, con la brisa caliente soplando a nuestro alrededor y la arena bañando nuestras pieles con ayuda de las aguas atlánticas que corren por toda la costa de Miami beach. Habíamos dejado la sobriedad de Nueva York atrás, para refugiarnos en el cálido sol de Florida.

Mi año sabático han finalizado semanas atrás y no podía esperar para ir a la universidad luego de pasarme todo el año trabajando para mi padre, aprendiendo todo del negocio familiar antes de estudiar para encargarme de él. Mi novia, Debby estaba fuera del país pasando el verano con su tía Sue en Francia y eso nos había dejado un poco triste a ambos, pues queríamos estar juntos, pero ella queria aprender el idioma desde dentro y no me consideraba capaz de impedirle vivir hermosas experiencias.

Sus padres, quienes eran los mejores amigos de mis padres, estaban en su casa de verano acá en miami, misma que estaba a poca distancia de la nuestra. Todos los veranos desde que éramos niños la pasábamos juntos, era la primera vez que Debby no estaba, pero todos lo entendíamos, ella iba a comenzar un curso intensivo de frances cuando entrará a la universidad y sus padres le habían regalado un viaje a casa de su tía para que conozca la cultura que tanto le interesaba.

Peter y Amanda Pittman, sus padres eran muy cercanos a mis padres, Josephine y Michael Wellington. Habían ido juntos a la universidad y vivían en el mismo vecindario, aparte de que eran socios en los negocios, mientras mis padres eran dueños de una cadena de ferreterías que se extendía a lo largo del todo el país, los Pittman eran dueños de una compañía constructora, uno iba de la mano con el otro y ellos estaban felices de la relación entre nosotros.

Nos habíamos conocido en la escuela primaria, éramos ese tipo de novios perfectos que todos admiraban, nuestro amor se había mantenido hasta la secundaria donde la cosa fue más seria, ambos fuimos nuestro primer beso. Le invitaba a cenar todas las semanas, le llevaba al cine y solíamos estudiar juntos. Le pedí que fuera mi novia de manera oficial y ambos nos presentamos ante nuestras sus familias, las cuales habían quedado encantadas, ella era la chica perfecta para mis padres porque la conocían, sabían lo respetable que era y sus padres me vieron crecer. Todo era tan fácil en nuestra relación.

Debby Pittman, mi novia, era todo lo que había deseado en mi vida, una chica bondadosa, inteligente con una gran belleza, de ojos verdes brillantes, una larga melena rubia que le daba la apariencia de un ángel y los labios más dulces que había probado en mi vida. Estaba irremediablemente enamorado y pensaba que ella también lo estaba.