Una historia real , realmente imaginaria [+18]
Es una historia Sex/Vainilla al inicio ojo solamente al inicio muy descriptiva
Dos chicos que se conocen desde pequeños, se enamoran pasan por mucho juntos un intento de suicidio, secuestro , tortura...
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Hola Matheo +18
Arianna.
Tengo mareos, estoy exhausta, llegó a mi cuarto y me desnudo, ducho y así desnuda me meto en la cama, a pesar de tener aire el calor es insoportable, pero este calor no solo es del ambiente, también tiene que ver con el maldito moreno sexy, ojos verdes que no dejo de mirarme en toda la noche, deseo sus labios sobre mi piel, estoy literalmente sola, mi mamá está trabajando, mi madrina igual, los gordos en el apartamento de Andrés , Voldemort con Bellatrix y yo sola aquí en mi cama, caigo profunda y comienzo a soñar con él.
"El sueño
Estamos en el juzgado y él es el juez y yo una abogada.
- Abogada por favor acérquese para que me dé el lengüetazo final, digo alegato final.
Me acerco a él, se baja de su curul y me aprieta hacia el por la cintura.
- Abogada Troom la deseo tanto.
- Juez Taylor, hágame suya.
Sonríe y me arranca el vestido, me besa completa, dos sus labios me recorren por completo quiero más, se arrodilla y me quita la tanga, yo me quito los cubre pezón, me carga y acuesta en su escritorio, me lame por completo se siente tan bien sentir su lengua, me recorre y sus manos pellizcan mis pezones.
- Joder dame más
- Cállate.
Me baja y me pone a lamerlo, dios que duro está, el líquido pre seminal sale y yo lo chupo, el gruñe, me agarra de la cola y me embiste la boca, joder quiere ahogarme con ella y por supuesto que lo dejaré.
- Te acabaré en la boca.
- Si quiero.
Se ríe y yo abro la boca el me escupe y me lo trago feliz, me carga y entra en mí, me pega a la pared y penetra fuerte, nos miramos y yo jadeo joder quiero más.
- Más duro.
- No me digas que hacer.
Me río y llevo su mano mi cuello el aprieta y sus empellones son cada vez más duros y más ricos me encanta cuando gruñe, cuando me mira con esa mirada llena de lujuria y deseo, él tiene la facilidad de hacerme correr con solo mirarme me encanta lo bruto y animal que puede ser cuando me está haciendo suya pero también me encanta su devoción por hacerme llegar al orgasmo, me voltea, abre mis nalgas y entra despacio, yo comienzo a moverme suave, el gruñe.
