Una historia real , realmente imaginaria [+18]
Es una historia Sex/Vainilla al inicio ojo solamente al inicio muy descriptiva
Dos chicos que se conocen desde pequeños, se enamoran pasan por mucho juntos un intento de suicidio, secuestro , tortura...
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PARTE 2
Profesor Taylor +21
Raphael.
Termino de cerrar el salón como me lo indicaron y voy camino al pasillo, cuando digo que está universidad es grande me refiero a que un piso de esta equivale a tres pisos de la universidad en Argentina, escucho unos golpes son bruscos y fuertes, me pregunto ¿que será eso? Cuando escucho a mi reina gritando.
- No Máximo para, no, por favor, no me toques.
- Cállate perra- contesta el- te daré mas fuerte si sigues gritando, por dios yo sé que esto es lo que te gusta.
Sin pensarlo pateó la puerta, no dejare que nada le pase, el me ve y la suelta, Ari me mira esta toda herida y sangrando, cae al piso dejándose ir, como si yo fuera su salvación.
- ¿Qué le hacías?
- No es tu asunto maricon.
Lo agarró del cuello de la camisa y lo pego contra la pared, lo vuelvo a alejar y vuelvo a pegarle, esta vez mas rápido y fuerte, él se queja, con la mano izquierda lanzo varios puñetazos a su cara con la mano cerrada logro romper labio, cejas y pómulos, debo controlarme pero al verla así mis demonios se hacen presentes y lo único que quiero es acabar con todo aquel que le haga daño.
- Te botaran ya verás, no sabes quién soy maldito.
- Escúchame infeliz- bajo mis manos a su cuello- si le tocas tan siquiera un cabello haré que te violes tú mismo con lo que te cuelga de las piernas, aprende a respetar a las mujeres porque si te vuelvo a ver te daré una clase de resistencia que tú mismo me pedirás entre llanto que me detenga.
Lo suelto, me mira está asustado, este es la clase de chico que cree que se está comiendo al mundo por tener dinero, escupe la sangre y sale, se detiene en la puerta y dice:
- Esto no se queda así zorra tu no serás de nadie más, solo de un ataúd.
- Ya lárgate antes de que te siga partiendo todo lo que se llama rostro, muy macho para amenazar a ver metete conmigo cabron.
Se va y yo me agacho, le coloco mi saco, me siento a su lado, puedo ver cómo le duele cuando sus lágrimas corren, le pregunto.
- ¿Mi reina como puedes estar con alguien así?
Ella tose y me mira, en esa mirada me dice todo lo que yo imagino.
- Ari un clavo no saca a otro clavo y menos cuando tú no quieres sacarlo.
