◍ 07 ◍

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«¿Qué demonios estoy haciendo?», se preguntó Jungkook mientras manejaba hacia el departamento de Taehyung para recogerlo, y no era la primera vez que ese pensamiento le taladraba la mente en el transcurso de ese día.

Cuando decidió poner en práctica su rutina de cocinero estrella, eludió la pregunta, pues la única respuesta que tenía era que necesitaba verlo nuevamente. Pensó que, tras pasar un rato con el chico, se daría cuenta de que solo era otro más y que, por lo tanto, tarde o temprano comenzaría actuar como el resto y toda esa inexplicable comezón que le producía desaparecería como el espejismo que era.

Pero entonces Taehyung abrió la puerta con el cabello desordenado, los ojos cargados de sueño y una actitud más grande que el Kilimanjaro.

Cada minuto que pasaba a su lado descubría una nueva dimensión. Jungkook se dio cuenta de que no solo era lindo, inteligente, divertido y decente, sino que lo trataba con naturalidad. Nada de miradas sugerentes ni insinuaciones de doble sentido. El chico era directo pero amable, simpático pero no evidentemente interesado en saltar dentro de sus pantalones. Además lo hacía reír, a carcajadas, y eso era algo que hacía mucho tiempo que no le ocurría.

Cuando llegó a su calle, Taehyung lo estaba esperando sentado en los escalones del edificio, ni excesivamente excitado por la perspectiva de salir con él ni haciéndose el difícil. Solamente estaba allí, con sus lentes, unos jeans, una camiseta verde oscuro y calzando una versión sofisticada de unas botas de soldado.

Jungkook siempre había pensado que ese tipo de botas hacían que las personas se vieran sexys, y si a eso agregabas el cabello castaño y nada de maquillaje, se convertía en su nueva versión perfecta de un chico de revista.

—Lindas botas —comentó él, bajándose para abrirle la puerta, y múltiples imágenes del castaño vistiendo solo esas botas llegaron a su mente como un catálogo de perversiones sexuales.

—Lindo coche —le dijo Taehyung sonriendo, mientras se sentaba.

A diferencia de lo que le había ocurrido con otras personas, no había en su mirada cálculo alguno sobre el valor en el mercado del Mustang V6 cupé, tampoco ningún ofrecimiento velado de «vamos a hacerlo en el asiento trasero». Era simplemente una observación objetiva porque, le gustara admitirlo o no, su coche era increíble.

—Gracias —respondió poniendo la primera y arrancando.

—¿Cómo se llama la banda que vamos a ver? —preguntó Taehyung mientras Deep Purple cantaba a través del equipo de sonido When a Blind Man Cries.

—Ordnung.

—¿Como el libro de reglas Amish?

—Ajá.

—¿Y qué tocan? ¿Música religiosa?

—Metal alternativo con tendencia hacia el groove.

Taehyung lo miró de lado y levantó las cejas. Era un gesto que hacía regularmente cuando necesitaba más información, y se veía tan encantador… Como el preferido del profesor. ¡Basta! Ese pensamiento del castaño con un uniforme de escuela tenía que ser desterrado inmediatamente

—Es como el heavy metal pero mucho más rápido y violento.

—¿Tienes algo así en tu repertorio? Tú sabes, para no llegar tan perdido.

—No te van a hacer un examen.

—¿Qué tiene de malo querer aprender?

Desde su experiencia podía decirle que querer aprender cosas nuevas podía resultar en un megadesastre, pero no iba a discutir con ese chico sus actividades extracurriculares pasadas, presentes y seguramente futuras, que bajo ningún concepto lo involucrarían.

Addicted To You ❀ KooktaeWhere stories live. Discover now