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—¿Me alcanzas una botella de José Cuervo?

Sooyoung lo miró desde la barra como si le hubiese pedido un té de camomila.

—¿Tequila? —le preguntó ella, como para estar segura de que Jungkook no hubiese olvidado los distintos tipos de bebidas alcohólicas que podían freírte el cerebro.

—Es el cumpleaños de Namjoon —se excusó—. Estoy bebiendo según el gusto del homenajeado.

—Ajá, ¿y qué más?

Sooyoung puso la botella sobre la barra, pero había cierta advertencia en sus ojos que le decía que no podía tomar la botella hasta que contestara su pregunta. Esa mujer en vez de barista debía ser maestra de preescolar.

«Mi vida es un maldito desastre» podía ser una buena explicación, aunque no era nueva. «Cada decisión que tomo parece ser la equivocada», esa también se ajustaba, pero era la historia de su vida.

—Fui a almorzar con Heeseok —dijo, pensando que cualquiera que hubiese pasado por eso merecía algo de agave fermentado.

—¿Qué pasó?

—Veo que estamos empezando temprano —soltó Jaehyun, apareciendo de la nada y evitándole el fastidio de tener que entrar en el terreno escabroso de las revelaciones familiares para que Sooyoung le diera la maldita botella.

—Nunca es suficientemente temprano para mis amigos Jack, Johnny o José —le respondió Jungkook con una gran sonrisa, tratando de sumergirse en el ambiente fiestero.

Si podía fingirlo, podía lograrlo.

—¡Amén! —exclamó Jaehyun, agarrando la botella y destapándola.

En vista de que ya no tenía posesión de la única cosa que la hacía soportarla, Sooyoung se dio por vencida y sacó dos vasos pequeños y un plato con unas cuantas rodajas de limón. Claro que, para no verse completamente derrotada, le echó una mirada significativa antes de retirarse.

Tras un breve brindis, Jungkook dio la bienvenida al abrasante calor del tequila bajando por su garganta y sintió que las tensas cuerdas de su angustia comenzaban a soltarse.

En el otro extremo de la barra había un castaño que no tenía ningún reparo en ocultar su interés y, en caso de que su visión presentara algún tipo de fallo, cada cierto tiempo se pasaba las manos por el cabello.

Consideró la opción por medio segundo antes de darse cuenta de que, por esa noche, nada de castaños.

—¡Jungkook! —Jaehyun le dio un golpe en el hombro antes de mirar alternativamente al castaño y a él con expresión atónita—. ¿Qué carajo estás haciendo?

—Tú sabes, lo de siempre —se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa—. Revisando lo que hay en el menú.

—¿Dónde está el doctor?

—Siendo perfecto lejos de toda mi imperfección —Llenó otro vaso y se lo tomó. Sin limón y sin sal. Necesitaba el castigo, lo merecía.

—¡Qué mierda!

Jungkook quería decirle que cualquier calificativo escatológico se quedaba corto ante la realidad de cómo se sentía, pero una voz de sacarina le evitó la difícil tarea de dar explicaciones.

—Hola, Jungkook.

¿Por qué algunas personas piensan que deben usar un tono inocentemente infantil o exageradamente rudo para atraer a alguien? Las personas deberían hablar con propiedad y certeza, seguras de sí mismas. Eso sí era atractivo.

Estuvo a punto de lanzarle al chico una mirada que no dejara lugar a dudas que no estaba interesado en lo más mínimo, pero, en cuanto hizo contacto con el cuerpo que le daba vida a esa voz chillona de niñito de secundaria, se dio cuenta de que era rubio y parecía haber dejado su ropa en la secadora por más tiempo del recomendado y que esta se había encogido de lo ajustada que se veía sobre su cuerpo.

Era tan distinto a lo que deseaba que eso lo convertía en lo que necesitaba.

—Hola —respondió él, sin hacer el más mínimo esfuerzo por borrar de su rostro la expresión de «tú servirás».

—¿Cómo está todo? —preguntó el desconocido con el mismo tonito, y hasta recurrió al infantil truco de humedecerse los labios con la lengua.

—Mejorando cada segundo —mintió—. ¿Quieres quedarte para el gran final?

—Seguro —le respondió, sonriendo como si hubiese ganado la lotería.

El pelinegro tomó la botella de la barra y le pasó el brazo por los hombros al rubio.

—Vamos.

Al fondo sonaba Back in Black de AC/DC y Jungkook no pudo dejar de pensar que era jodidamente apropiado.











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Regresó a la oscuridad…

:)

❀ Harumi ❀

Addicted To You ❀ KooktaeWhere stories live. Discover now