II

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El camino hacia la curtiembre se le hace siempre largo. Es un camino recto de tierra que atraviesa kilómetros y kilómetros de campos vacíos. Antes solía haber ganado, ovejas y caballos, pero ahora no hay nada a simple vista.

Suena su celular y se detiene a un costado de la carretera para contestar. Es su suegra, Irene, pero él le dice que no puede hablar en ese momento porque está conduciendo. Ella habla en voz baja, en susurros, y le informa que Renjun está mejor, pero que necesita más tiempo antes de regresar. Él no responde e Irene corta la llamada.

La curtiembre le oprime con su olor a aguas servidas mezcladas con pelo, tierra, aceite, sangre, residuos, grasa y químicos. Y también por la presencia del Señor Nakamoto. Yuta Nakamoto.

El paisaje desolado le hace cuestionarse una vez más por qué sigue trabajando en ese lugar. Después de terminar la escuela secundaria, solo estuvo un año trabajando en el frigorífico Kwangya antes de decidir estudiar veterinaria, lo cual fue bien recibido por su padre. Sin embargo, poco después surgió la epidemia del virus animal y tuvo que regresar a casa debido a que su padre había enloquecido. Los médicos le diagnosticaron demencia senil, pero él sabe que su padre no pudo soportar la Transición. Muchas personas sucumbieron a la depresión aguda, se desconectaron de la realidad o se quitaron la vida.

Ve un cartel que indica "Curtiembre Hifu. 3 km". El propietario, el Señor Nakamoto, es un japonés que detesta al mundo en general y tiene una pasión particular por la piel.

Mientras conduce por el solitario camino, niega con la cabeza despacio porque no quiere recordar, pero los recuerdos siguen llegando. Recuerda a su padre hablando de los libros que lo vigilan por la noche, acusando a los vecinos de ser asesinos a sueldo, bailando con su esposa fallecida, perdido en el campo en calzoncillos, cantándole el himno nacional a un árbol, internado en un hogar de ancianos, la venta del frigorífico para pagar deudas y no perder la casa, la mirada perdida de su padre, incluso en las visitas actuales.

Entra en la curtiembre y siente un golpe en el pecho debido al olor de los químicos que detienen el proceso de descomposición de la piel. Es un olor asfixiante. Todos trabajan en completo silencio, creando una atmósfera casi trascendental, un silencio zen, pero en realidad es debido a la presencia del Señor Urami, quien observa desde su oficina en lo alto. No solo vigila y controla a los empleados, sino que también hay cámaras por todas partes.

Sube a las oficinas y nunca tiene que esperar. Siempre es recibido por dos secretarias japonesas que sin preguntarle le sirven té rojo en una taza transparente. El Señor Nakamoto no mira a las personas, las mide. Siempre sonríe.

La presencia de Yuta en la curtiembre provoca en él una sensación incómoda y perturbadora. Siente que cada vez que lo observa, no solo está evaluando su desempeño laboral, sino que también está calculando cuánta piel podría obtener de su cuerpo si lo sacrificara, lo desollara y lo descarnara en ese mismo lugar. Esta idea le genera un profundo malestar y le hace cuestionarse su propia seguridad y bienestar en ese entorno. El ambiente opresivo de la curtiembre, junto con la presencia del Señor Nakamoto y su fascinación por la piel, contribuyen a crear una atmósfera cargada de temor y desconfianza.

Jeno se encuentra en la oficina de Yuta, y a pesar de su ambiente elegante y sobrio, su atención se centra en una reproducción barata del Juicio Final de Miguel Ángel que cuelga en la pared. En ese momento, nota por primera vez que hay un personaje representado sosteniendo una piel desollada. Esta imagen le causa desconcierto y su expresión facial revela su sorpresa ante el detalle.

El Señor Nakamoto, al percatarse de la reacción de Jeno y adivinando sus pensamientos, le comenta que el personaje en cuestión es San Bartolomé, un mártir que fue desollado en su martirio, y agrega que le pareció un toque de color interesante. Jeno asiente sin pronunciar palabra, considerando que este detalle no era necesario y contribuye aún más a su incomodidad y desasosiego en ese lugar. La presencia de esta representación del martirio y la piel desollada en la oficina del Señor Nakamoto refuerza la atmósfera inquietante y perturbadora que lo rodea.

delicioso cadáver - nominWhere stories live. Discover now