16. Buscaremos alguna solución.

3.7K 121 2
                                    

Hacia dos semanas que Mariam estaba haciendo ese trabajo de preguntarle a los jugadores y jugadoras como se sentían en el club. Eso significaba que no iba a hacerme las mini sesiones de preguntas las cuales no respondo, pero no se porque, las necesitaba.

O sea, no me gustaba que me atosigaran a preguntas, pero me gustaba pasar tiempo con ella a solas. Me tranquiliza. Estar con ella es como si todos mis problemas desaparecieran y solo seamos ella y yo.

Me da miedo sentir esto de una manera tan fuerte en tan poco tiempo, ni con Ada me pasó de una manera tan rápida.

Hoy me tocaba decirle a Mariam la información que necesitaba de mi para su trabajo. Estaba feliz pero a la vez nervioso.

¿Porque cojones me siento así? Hace dos semanas y media no la podía ver ni en pintura.

Xavi me llamó, era mi turno para ir con Mariam.

—Hola.—dijo ella amablemente, como siempre.

—Hola.—dije en un tono no muy emocionado, pero tampoco muy seco.

—¿Que tal te encuentras?.—preguntó.

—Eso te lo tendris que preguntar yo a ti.—me quejé.—Yo estoy bien, ¿tú cómo vas? Con todo el tema de... Bueno, ya sabes a lo que me refiero.

Tampoco quería tocar mucho el tema, por si se sentía incómoda o algo, no quería cagarla después de haber empezado una conversación normal como personas civilizadas.

—Bastante mejor.—dijo sonriendo.—Bueno, ¿empezamos con la mini entrevista que te tengo que hacer?

Yo asentí con la cabeza mientras ella sacaba un boli y una libreta de su bolsa.

—Vale, dime cómo te sientes cuando juegas y como te trata el club y la afición.

—Bueno, cuando juego siento la mejor sensación del mundo, esto ha sido un sueño hecho realidad y que estoy más que agradecido con poder jugar en este equipo.—me pausé para pensar en lo siguiente que iba a decir.—Y tema de cómo me trata la afición, es muy raro de explicar, hay gente que me "ama" y otra que me odia, no hay ningún punto intermedio. Eso hace que me agobie mucho porque siempre que voy por la calle me alagan demasiado o me insultan demasiado.

Un minuto después acabó de apuntar cosas en su libreta y me miró fijamente.

—Ya está, ya te puedes ir.—dijo amablemente, con una sonrisa en la cara.

—Que sepas que tenemos dos conversaciones pendientes.—le recordé.—Hoy a las 20:00 en el bar que vamos siempre.

—¿Y si no quiero ir?—preguntó burlona.

—Vas a ir.—ordené.

—Que va a ir quien a donde.—apareció Pedri de la nada.

—Nada.—dijimos la chica y yo a la vez.

—¿Vale?.—dijo Pedri extrañado.

Después de eso me fui otra vez hacia donde estaban todos para volver a entrenar.

. . . . . . . . .

Me estaba preparando ir al bar.

No es muy formal, así que no hacía falta ir demasiado arreglado.

Me vestí con unos pantalones tipo cargo de color negro y una camiseta blanca básica de nike.

Faltaban 15 minutos para las 20:00, así que fui saliendo de casa para llegar puntual alguna vez de mi vida.

Llegue y por sorpresa, Mariam ya estaba fuera del restaurante esperando.

Cállame. - Pablo Gavi Where stories live. Discover now