30. Punto G

4.7K 119 1
                                    

Después de comer algunos entraron dentro de la casa y otros nos quedamos fuera.

Yo estaba en el jardín en una tumbona con Gavi. Yo estaba sentada entre sus piernas apoyándome en su pecho, mientras mirábamos cualquier cosa en su móvil.

Gavi y yo estos días habíamos empezado a llevarnos genial. Con genial me refiero a que de vez en cuando nos besábamos y nos halagábamos, porque seguíamos discutiendo por todo.

Estuvimos un rato mirando el móvil, pero yo me dormí, necesitaba hacharme una siesta. Estos días no había dormido casi nada por estar haciendo el proyecto y ahora que tenia tiempo para descansar tenia que aprovecharlo.

Después de una hora o hora y media me desperté por culpa de gente hablando a mi alrededor.

—Bajad el volumen de una puta vez, que está durmiendo.—Gavi mandó a callar a los demás.

Ellos le hicieron caso y se pusieron otra vez a hablar, pero ahora en un tono más bajo.

Yo abrí los ojos lentamente y me froté los ojos.

Aún era de día, aunque estaba atardeciendo así que supuse que serían las 5.

Empezaba a hacer frío ya que aún estábamos en invierno, aunque no lo pareciese con el calor que hacía.

—Anda, la bella durmiente.—Gavi se burló de mi.

Yo me giré un poco y le pegué en el pecho, en el cual yo seguía tumbada encima.

—Con Mar no te metes que te reviento, eh.—dijo Pedri desde la tumbona de al lado.

—Eso eso.—le siguió el juego Ansu.

Gavi levantó las manos de forma inocente y luego las volvió a poner encima de mi abdomen, dibujando círculos con la yema de sus dedos, provocando que mi piel se estremeciera.

—Todos están en contra mía por tu culpa.—se quejó Gavi mirándome.

—Y que quieres que haga.—dije alzando los hombros.

—Ya te lo puedes imaginar.—dijo en mi oído.

Noté como la cara me ardía y también se me erizaba la piel.

¿Como cojones es posible que con una sola frase cause esto en mi?

—Eres un guarro.—dije.

Todos reímos.

Estuvimos bastante rato más hasta que nos dio frío y entramos a casa.

—¿Os queréis quedar a cenar y dormir?—les pregunté a todos.—Tengo todo este casoplón para mi sola durante 4 días más, y no me apetece mucho estar sola.

—O sea que nos estás pidiendo que nos quedemos aquí durante los próximos días ¿no?.—preguntó Pedri.

—Bueno, si tú lo dices así tampoco me niego.—dije irónicamente.

—Estaba esperando a que lo dijeras.—volvió a hablar Pedri, ilusionado.

Balde y Pablo Torre no podían quedarse porque ya habían hecho planes para estos días que les habían dado libres. Así que solo nos quedamos en la casa Gavi, Pedri, Ansu, Ferran, Sira y yo.

Pedri, Ansu, Ferran y Sira fueron a sus casas a buscar ropa. Gavi ya tenia ropa en el maletero, como siempre. Me pregunto porque cojones tendrá tanta ropa en el maletero.

Nosotros dos fuimos al súper a comprar comida para alimentarnos estos días y también a por cosas de higiene para Gavi.

Una vez con la compra hecha fuimos a la casa y sorprendentemente aún no había llegado nadie.

Cállame. - Pablo Gavi Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora