Capitulo 50

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El agua calma mi sed por unos momentos,hace que me  sienta que estoy en el paraíso solamente con unos tragos de agua, quién diría que me vería otra vez así.

Suspiro mientras que veo como Aksinya me da a pequeños sorbos, sus ojos van a la comida que tiene a su lado y justamente después me mira con preocupación, por eso hablo lentamente intentando la calmarla.

—Mi cuerpo ya estaba demasiado mal antes de llegar aquí, en cuanto coma voy a sentirme peor y lo voy a vomitar todo—le digo una vez que ha separado el vaso de mi boca y se mantiene expectante de mi—estoy mejor así por ahora, tampoco espero estar en esta situación mucho tiempo —le digo haciendo que me mire más intensamente y pregunte lo que esperaba.

—En la carta no me explicabas mucho, simplemente que debía venir aquí, que debía volver a seducirlo y estar a su lado pero no detalla mucho más ¿Entonces como puedo ayudarte?—pregunta mientras que mira hacia la puerta una vez mas en todos estos minutos que ha estado a mí lado, seguramente tendrá un tiempo limitado y se está acabando pero aún así ella necesita saber cómo seguir actuando.

—Has conseguido la parte más difícil, aunque demasiado rápido para mi gusto, debes mantenerte alerta ya que puede descubrirte en cualquier momento —le digo mientras que su mirada vuelve a mí asimilando cada palabra—¿Tienes el frasco que te envié?—le pregunto mientras apoyo otra vez mi cabeza en mi hombro totalmente cansada y sin tener fuerzas para seguir, pero aún así lo hago.

Veo como se mete la mano en las botas que lleva, va vestida totalmente de negro con un mono enterizo que se acopla a la perfección a su cuerpo, al igual que cabello está echo trenzas haciéndola ver aún más joven aunque sea unos años mayor que yo.

Cuando lo encuentra me lo enseña captando por completo mi atención, le asiento lentamente cerrando los ojos una vez lo he contemplado.

Un pequeño frasco le ocasionará muchos problemas de cara al futuro, aunque me gustaría que sufriera más y hacerlo de otra manera, es la única opción que puedo utilizar contra el, se cuáles son mis limitaciones con el y como debo actuar para sacarlo de mi partida, por eso no busco otras opciones que me llevarían a mí con el hacia la muerte.

—Conservalo muy bien, mantenlo siempre cerca de ti, esa será tu forma de ayudarme en el momento indicado, si has leído las instrucciones que venían con el sabrás que hacer cuando se la orden—le digo abriendo los ojos parcialmente viendo como lo vuelve a guardar, mientras asiente con la cabeza haciéndome saber que tiene claro como actuar.

Siento que mi cuerpo temblar ante el frío, ella también se da cuenta enseguida ya que empieza a frotar la piel de mis brazos con sus manos para hacerme entrar en calor o intentarlo.

Pero no lo consigue, sigo temblando y sintiendo que mi cuerpo no va a soportar esto por mucho que luche.

—No puedo verte así, debemos agilizar las cosas, no aguantaras ninguna tortura mas—dice en un susurro mientras que su cara vuelve a estar contraída por las emociones que ella está viviendo al verme así.

La miro intentando hacerle ver que aún me quedan fuerzas, aunque no sea así, aunque sienta las fuerzas muy lejos de mi y sienta como estoy cayendo y de manera muy rápida.

—Presiento que estaré así poco tiempo, podré aguantar —le digo mientras que escucho pasos acercarse, mi mirada va hacia ella que ha oído lo mismo y se tensa pero aún así no se aparta de mi—intenta averiguar que está pasando ahí afuera, necesito saber quién estaba detrás del ataque, eso me dará las respuestas que necesito—le digo mientras que ella recoge todo una vez ha escuchado mis palabras y se aleja de mi por completo.

Me mira de reojo asistiendo hacia mi de formas casi minúscula pero aún así me da a entender que intentará traerme esa información.

Mis ojos vuelan rápidamente a la puerta que se abre de golpe, mis ojos van hacia la persona que entra, esperaba que fuera el pero es uno de sus guardias personales.

El sacrificio de la reina (+21)Where stories live. Discover now