Capitulo 51

67 4 0
                                    

Entro en un sueño profundo donde todo es calma, donde la luz me rodea por todos los lados y dejo de sentir mi cuerpo al igual que el entorno que me rodea.

Todo es maravilloso, algo que apenas puedo descubrir, me siento aliviada por fin, siento cada vez más cerca mi final.

Pero algo hace que salga bruscamente del sueño en el que me sentía en paz, recibo una descarga en mi cuerpo tan intensa que me hace volver al presente en un solo segundo.

Mis ojos se abren de golpe, por momentos no veo nada solo siento como mi cuerpo parece estar lleno de energía, al igual que no como la sangre sale más deprisa de mi, pero eso no me hace perder esta nueva fuerza que tengo, parece que yo estoy llena de adrenalina cuando hace unos segundos estaba prácticamente muerta.

Mis ojos se van aclarando y luego tener otra vez en mi rango de visión el fuego que sigue rodeando, al igual que mis oídos empiezan a recibir sonidos que me hacen mirar hacia el odos lados en busca del origen.

Mis ojos van hacia el cristal donde hay dos personas totalmente pálidas mirando lo que se encuentra a mí alrededor con preocupación antes de mirarme a los ojos, aparecen aliviados unos segundos hasta que yo contraigo la cara se dolor.

Empiezo a sentir un dolor fuerte en todo mi brazo, se expande como si el fuego me estuviera quemando toda la zona,  mi vista se dirige hacia donde siento el dolor, empiezo a ver como mi piel se pone de un color morado en todo mi antebrazo.

Entonces veo como el grita algo que me deja desorientada y aún más confundida, sin saber que está pasando, que le ocurre a mí cuerpo, el porque siento como toda la energía que me ha echo volver se está desvaneciendo.

—Hay que sacarla de ahí, el efecto solo dura unos tres minutos—dice una voz que reconozco a la perfección, y que me hace mirarlo de nuevo el ver como coge su pistola y dispara contra el cristal que nos separa, pero no se rompe en ningún momento.

Veo como aparecen mas hombres a sus espaldas, hay más de un centenar, todos armados hasta los dientes, veo caras reconocidas por unos momentos pero me centro en otra persona que sigue mirándome por unos momentos antes de que lo vea  empezar a gritar a todos esos hombres.

Veo como mi padre da órdenes y todos se dispersan cumpliendolas de inmediato antes de que  el vuelve a fijar su mirada en mi, noto por unos momentos esa mirada que vi hace mucho años, donde hay culpabilidad y dolor.

El no debería sentirse así, ya que ha vuelto a salvarme, aunque el piense que es demasiado tarde, pero ha venido hasta aquí a por mí como esperaba.

Nunca he dejado de confiar en el, sabía que el me iba a sacar de aquí, me iba a alejar de esta pesadilla.

Aunque no creo que me saque viva, pero aún así lo ha logrado otra vez, volveré a su lado sea como sea.

Por eso le sonrió débilmente intentándole mostrar que todo está bien, que yo no lo culpare nunca, que a pesar de todo lo que pasa ahora mismo por mi mente, estoy más tranquila que nunca.

Algo demasiado ilógico cuando estoy así, a punto de morir, pero ha tenido que pasar esto para que yo empiece a aceptar mis demonios, aunque solo sea momentáneamente.

Algo que han intentado miles de personas en toda mi vida, que nunca han conseguido,ya que siempre volvía a esconderlos, a esconder esos recuerdos del pasado, a solamente verlos en pesadillas.

Pero ahora los mantengo en mi mente aunque hacen daño y duelen,  por momentos quisiera acabar con todo, rendirme mentalmente, pero no lo hago en este instante.

A minutos de que mi vida se extinga, estoy aprendiendo a controlar mi mente, yo misma y a raíz de una situación traumática que ha pasado hace tan solo unos momentos donde han logrado acabar conmigo pero a la vez mis demonios han podido encontrar la libertad que tanto deseaban.

El sacrificio de la reina (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora