Capitulo 95

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Siento como sus manos se mueven quitando las cadenas de mi cuerpo, el cual casi cae al suelo sino es porque me acoge entre sus brazos.

Se apoya en el poste en la que lleva encadenada horas, mientras conserva nuestra estabilidad por momentos antes de llenar el silencio con su voz.

—Debemos tomarnos las cápsulas—dice en un susurro débil mientras que no deja de sujetar mi cuerpo con fuerza como si en algún momento fuera a desintegrarme.

Mis brazos se encuentran alrededor de sus hombros, apenas hacen fuerza, pero aún así no me despegó de él.

Mi cuerpo está lapso, apenas puedo coordinar mis movimientos, solamente siento que el cansancio y el dolor se han echo de todo mi cuerpo.

Su mano se cuela hasta el bolsillo donde nuestro ángel de la guarda puso esas pastillas que pueden darnos la fuerza suficiente para realizar su plan.

Noto por el movimiento de su pecho que traga la cápsula y se que estático unos momentos, antes de que sus brazos me aprieten más.

—Joder, no recordaba como se sentía esta mierda —farfulla pareciendo que su voz es más fuerte, seguramente notando como su cuerpo se ha activado en tan solo milésimas de segundo.

Noto como se mueve de nuevo, llevándome con el, ocasionando que mis pies se arrastren al no poder caminar, pero el lo hace por los dos, hasta que nos paramos en lo que supongo que es la puerta.

El vuelva a moverme, apenas puedo captar mucho más ya que mis ojos ya no tienen el poder de abrirse.

La oscuridad mi invade desde hace bastante tiempo, el tiene todo el control de mi, el ha sabido el momento en que era la hora, solamente confío en el.

Noto como levemente separa mis labios, introduce una cápsula dentro de mi boca al segundo después.

—Traga porfavor, te hará bien, te sacará de la oscuridad —susurra en mi oído mientras que no deja de sostenerme, mientras que masajea mi cuello incitándome a tragar—un esfuerzo más, estaremos fuera enseguida—habla mientras que noto como se mueve de nuevo —se está abriendo la puerta, está funcionando—dice con un tono de voz aliviado, al ver que no todo está perdido, por lo menos para el.

Intento que mis demonios se alejen de mi, que por un momento mi instinto de supervivencia se active.

Aprieto mi mano sobre su piel, mientras que con toda la fuerza que puedo tener trago la cápsula haciendo que a los pocos segundos por mi cuerpo recorra una energía inhumana que me hace abrir repentinamente los ojos.

—Ya extrañaba yo esos ojos verdes que tanto les gusta a la gente—habla con cariño mientras que se separa un poco y me sonríe al ver que estoy volviendo—estamos casi fuera, lo está consiguiendo el cabron—habla con gracia al refiriese a él mientras que me ayuda a separarme de su cuerpo, logrando ponerme en una posición un poco más estable.

Sus brazos no dejan de sujetar mi cintura, al igual que acomoda a la perfección mi brazo sobre su cuello mientras ambos miramos al fin como la puerta se ha abierto por completo.

Damos un paso hacia atrás cuando vemos los guardias pero están prácticamente en el suelo, sus ojos están totalmente idos, es como si estuvieran drogados.

—¿Que mierda le has echo?—susurro por primera vez en muchas horas, mientras que el empieza a caminar y yo lo sigo totalmente apoyada a él ya que mi pierna apenas tiene movilidad después del disparo que recibió.

—No se que le has echo, pero por lo menos parecen que no están captando nada, eso nos ayuda bastante—habla Alexis mientras que parece estar en modo analítico ya, su mirada se pasea por todo el pasillo antes de salir al fin de la habitación del infierno.

El sacrificio de la reina (+21)Where stories live. Discover now