Capitulo 62

75 2 0
                                    

Mis ojos empiezan a abrirse una vez mas, parpadeando constantemente, hasta que observan la misma habitación en la que he pasado las últimas cinco horas.

Dirigo mi mirada hacia la pequeña ventana que hay a un lateral del lugar, me deja ver el amanecer que ilumina todo el cielo, al igual que empieza a iluminar cada vez más la habitación, poniendo colores a mí alrededor por unos instantes.

Suspiro mientras que me acomodo en la camilla un poco mejor, pongo mi brazo sobre mi frente intentando alejar en un intento inutil el cansancio que llevo encima.

He dormido en tiempos cortos durante estás horas,  pero no ha sido un sueño reparador, al contrario, me ha dejado aún más agotada de lo que estaba.

Mis ojos van lentamente inspeccionado mi cuerpo hasta que observan mi brazo, el cual otra vez empieza a llenarse de hematomas a causa de las dos vías que llevo en el en este momento.

Estar otra vez así, hace que me replante la manera que he tenido para actuar todo este tiempo.

No puedo seguir así, necesito cambiar mis movimientos y la manera de ejecutar mi plan para no hacer sufrir mi cuerpo aún más de los sufre a diario.

Por lo menos una parte de mi debo mantenerla lo mejor posible, ya que no quiero volver a pasar por todo lo anterior.

Mis ojos dejan de observar mi piel descubierta para pasar hacia la puerta que se abre lentamente dejándome ver una vez mas a la persona que ha estado a mí lado en todo momento.

Durante estas horas el ha estado al pendiente de todo personalmente, igual que me ha realizado demasiadas pruebas para comprobar que todo está bien dentro de mi.

Camina hacia mi tranquilamente, mientras que deja unos documentos a los pies de la cama y empieza a revisar el gotero dándome una mirada, es entonces cuando empieza a hablar cuando ve que estoy totalmente despierta.

—Parece que la fiebre ha abandonado por completo tu cuerpo —habla mientras que me observa más de cerca y posa sus dedos en un lateral de mi cuello—vas adquiriendo una temperatura normal, eso es bueno—habla para si mismo mientras que observa el monitor al que estoy conectada de nuevo.

Mis ojos se desvían hacia el por un segundo y veo como mis constantes se han estabilizado por completo, ya no hay ninguna alerta que indique que mi cuerpo esté en peligro.

—Solamente ha sido un susto—habla mientras que vuelve a los pies de la cama y empieza a apuntar seguramente los datos que ha obtenido de mi cuerpo —el estrés o la presión de la situación han llevado a tu cuerpo a ponerse en modo defensa, al igual reaccionado así para protegerse a sí mismo, pero de momento se encuentra bien, he saturado de nuevo las heridas y comprobado que no hay ningun incidió de infección, por esa parte también puedes estar tranquila—habla al fin mirándome los ojos y dejando otra vez los documentos encima de la cama prestándome su atención al completo.

Asiento lentamente comprendiendo lo que ha pasado dentro de mi y sabiendo que debo controlar esas situaciones para que no vuelvan a ocurrir.

—¿Todo está bien?—pregunto refiriéndome a si mi cuerpo sigue adaptándose al trasplante.

—Los análisis y las pruebas no dicen lo contrario, así que hay esperanza de que todo siga asi durante mucho tiempo—habla con una sonrisa mientras que se apoya a un lateral de la cama cruzándose de brazos—no hay nada de lo que preocuparse por ahora, todo sigue su orden—habla lentamente mientras que sus ojos observan la piel que se ha descubierto al moverme anteriormente.

Mi abdomen queda a la vista, al igual que la cicatriz que el mismo hizo para darme otra vez vida, la cual ahora mismo está destapada y a su vista.

Sus ojos muestran pena al ver mi cuerpo, ya que no solo ve esa cicatriz, sino también he las demás tanto frescas como las curadas que han dejado marcas en mi, por eso cubro otra vez con la sábana mi piel, no quiero esa mirada en mi.

El sacrificio de la reina (+21)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora