No te Niegues, aún te queda mucho por sentir.

✨Capítulo 13: afronta las consecuencia✨

—No te invité a entrar. -dije ya un poco furiosa.

—No seas maleducada, tengo que hablar contigo.

—¡Hablar! hace mucho que no tenemos nada que hablar, así que por favor. -dije en voz alta indicándole la puerta con mis manos.

—Si quieres que me vaya, mejor escuchame y saldrás de mí pronto. -dijo mientras observaba mi apartamento.

—¿Que es lo que quieres?. -pregunté tajantemente.

—Asi que ahora este de aquí es tu nueva víctima, no tardará en salir corriendo, eres tan rara. -dijo observando una de las fotografías dónde salíamos Paul y yo y luego comenzó a reír.

No voy a negar que sus palabras me dolieron y no por el echo de ser el quién las dijo, el no me importa nada, sinó porque es verdad que tarde o temprano termino alejando a las personas. “Soy rara” Vamos no te dejes, el es un idiota.

—Al menos ser rara, tuvo algo bueno. -dije haciéndole caso a mí subconsciente.

—A si pues enteramente, no tengo idea de que es lo bueno. -dijo tomando asiento.

—Si algo muy bueno, alejar a un idiota como tú de mí vida. -dije sin tartamudear.
Toma esa, chiquillo.

Jonas no siguió con el tema, se rió de lado y negó con la cabeza, para volver hablar..

—A ver Mia no vine a discutir, necesito tu ayuda, me urge. -se que le urgía verdaderamente por el tono serio de su voz, además de que lo conozco perfectamente y se que de algo grave debe tratarse.

—Venga ya, dime terminemos con esto, tengo cosas que hacer y necesito te marches. -dije seriamente, no quiero que llegue Paul y tenga que verlo aquí, me dispuse a tomar asiento a una distancia prudente de el.

—Necesito un abogado, bueno necesito que tu padre sea mi abogado, también necesito que tu se lo pidas y le digas que me saque de esta situación. -dijo muy tranquilo, como si de un chiste se tratase.

—Estas de broma, Jonas lo siento pero no puedo ayudarte. -dije poniéndome de pie.

—¡Por favor Mia!. -dijo con súplica en sus palabras.

—Jonas sabes, que no hablo con mi Padre, eso lo sabes de sobra.

—Pero tu hace poco regresaste a tu casa , seguro los cosas cambiaron. -dijo agarrándome de la mano para que volviera a tomar asiento.

—Te equivocas, no tienes ni idea. -dije soltandome de su agarre.

—Mia, enserio necesito tu ayuda.

—Busca otro abogado, hay miles. -dije alejándome un poco más de él.

—Lo necesito a el. -comentó pasando sus manos por su pelo de forma desesperada.

—¿Por que el? ¿A caso tienes la de perder¿ por eso lo necesitas, ¿Que hiciste Jonas?.

—Yo, es que lo que sucede.. —¡Calla! no quiero saber ese es tu problema, no me pienso involucrar. -dije interrumpiendolo.

—Mia, yo estoy estudiando y un problema así acabaría con mi carrera y con mi vida. -dijo poniéndose de pie y comenzando a caminar un poco desesperado.

—Afronta las consecuencias Jonas, lo siento no puedo ayudarte, ahora es mejor que te marches. -dije poniéndome de pie y caminando hasta la puerta.

—No me vas ayudar entonces. -preguntó acercándose a mi.

Yo no dije nada solo le indiqué con mis manos que se marchara.

—Dame su teléfono. -dijo antes de salir.