✨ Capítulo: 17✨

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Cuando regresé de beber un café, me senté junto a mi Madre, solo me quedaba esperar a que despertara. Paul me dijo que saldría a dar una vuelta por la ciudad, según el para conocerla, pero se que lo hizo para dejarme tiempo a solas con mi Madre.
Una caricia en mi mano me hizo abrir los ojos y caer en cuenta que mi Madre había despertado.

-Mamita, aquí estoy. -dije en voz baja.

Ella me miró con sus hermosos ojos azules, cristalinos por las lágrimas que amenazaban con correr por sus mejillas.
Me abrazó fuertemente y yo le correspondí, pero no lloré, me prometí que no lo haría frente a ella, debo ser fuerte al menos para ella.

Mi Madre intentó hablar muchas veces, pero no lo logró, se limitó a escribir en papel, sus palabras fueron.

Te extrañé, estás hermosa mi niña, te quiero.

La besé en la frente y le hablé en voz baja.

-También te extrañé, pero necesito saber que fue lo que sucedió. -dije tajantemente, no podía andar con rodeos.

Me escribió, que no pasó nada, solo de un día a otro perdió su voz. No la quise agobiar y le hice pensar en que creía lo que me estaba diciendo, lo que ella no sabe es que ya fui a ver a su médico y que su hija ya es psicóloga, como para saber de que se trata, pero ya me enteraré, no se como, pero si lo sabré.

Me pasé la tarde con ella, le di su jugo de manzana y decoré su alrededor con los tulipanes.

La noche llegó muy pronto ya debía dejar a mi Madre descansar, las visitas solo eran de día, el doctor Scott pasó a chequearla y me dijo que mi visita le hacía muy bien a mi Madre.
Me despedí de ella y llamé a Paul, hacía un rato había vuelto a salir.

Aún no los presenté a ambos, con mi presencia y mis preguntas de preocupación mi Madre estuvo un poco nerviosa, no creí conveniente presentarle hoy a su yerno y más porque ella aún desconocía que Jonas ya no forma parte de mi vida.

-Amor. -escuché a Paul hablar a mi espalda, me giré en su dirección y fuí a besarlo.

-Ya nos vamos mi amor. -dije después de besarlo.

-Esta bien pero vamos a cenar antes, reserve en un restaurante a unas calles de aquí. -dijo tomándome de la mano para dirigirnos fuera de la clínica.

Una vez en el auto, nos sentamos en silencio, de fondo sonaba, Sia con su canción Breathe_Me una de mis favoritas.
Era un silencio cómodo pero note a Paul un poco inquieto y le hablé.

-Cariño. -le hablé dubitativa.

-Dime amor. -respondió con la vista al frente.

-Queria decirte, que no te presenté a mi Madre precisamente hoy, porque estaba muy nerviosa, pero mañana lo haré, es lo que más deseo. -le dije y mi voz salió un poco ronca, por el tiempo que llevábamos en silencio.

-Tranquila amor, tómate tu tiempo, no pasa nada. -dijo dándome una sonrisa de labios apretados.

-Entonces que te sucede, te noto inquieto. -le dije sin más.

Detuvo el auto frente a un restaurante, apagó la radio y habló.

-Mejor vamos a cenar. -dijo bajando del auto.

Cenamos y fue todo en un silencio incómodo, porque se que algo quería preguntarme y no se atrevía.

Llegamos a la casa de mi abuela, hace tanto que no venía aquí, pero yo sabía que tarde o temprano tendría que regresar y este es el momento.

Frente a la casa, observé a todos los lados, miré hacía el jardín y luego el invernadero, todo estaba como la última vez, siempre pedí que no cambiaran nada de lugar, una mano en mi hombro me trae de vuelta a la realidad y de que manera.

 No te Niegues, aún te queda mucho por sentir.Where stories live. Discover now