✨ Capítulo:19✨

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—¿Vas a desayunar?, para pedirte algo. -pregunta mi cuñada.

—No, ya desayuné. -mentí y continué hablando, necesitaba saber ya.

—A lo que vine, Annie me puedes decir que fue lo que le ocurrió a mi Madre. -pregunté directamente.

—Pero ya lo sabes, estuviste en el hospital. -habló después de darle un sorbo a su café.

—No me hice entender bien, mi Madre y mi Padre, ellos discutieron y quiero saber por que. -le pregunté directamente, estoy segura que ella lo sabe.

Luego de hablar con mi cuñada, me fui en dirección a la casa, iba pensando en lo que me dijo. Yo sabía, por supuesto que tuvo que ver conmigo, mi padre quería la dirección de mi apartamento, ella no accedió y tuvieron una fuerte discusión, por la que ella terminó llorando hasta la inconsciencia.

Debo llevarme a mi Madre de aquí, ella no puede estar junto a él.

Desayuné con Paul y le conté mi conversación con mi cuñada, luego decidimos ir a ver a mi Madre. Cuando llegamos nos cruzamos con el doctor Scott ,me saludó amablemente, me dijo que mi Madre ya se encontraba despierta.

—Un poco empalagoso el doctor. -comentó Paul.

—¿Esos son celos?. -pregunté sonriente.

—Mejor no te respondo eso. -dijo muy serio y yo comencé a reí.

Llegamos a la sala de mi Madre y fuí corriendo a abrazarla, la besé en la frente y le pregunté que como había pasado la noche, me respondió en su libreta que muy bien gracias a mi visita, sonreí luego por lo que escribió.

¿Quién es el joven que está en la puerta?.

—Paul. -llamé indicándole que entrara.

Los presenté y claro le tuve que hacer toda la historia a mi Madre, ella estaba encantada con el, al igual que el porque se le veía muy entretenido hablándole a ella.

*******

Los días pasaron, ya llevábamos cinco días en Munich, al final decidí quedarme en casa de mi abuela, estuve hablando con Emma y ella me dijo que debía permanecer ahí, eso ayudaría en mi recuperación y también me enseñó algunos ejercicios de relajación para permanecer tranquila.

También estaba muy contenta pues ya mi Madre se encontraba mejor, ya podía hablar, aunque lo hacía un poco lento y su semblante estaba mejorando, le comenté o bueno le pedí que se marchara un tiempo conmigo para mí apartamento.

Pero no aceptó me dijo que tenía algo más en mente y que luego me contaría, la verdad me tiene un poco nerviosa.

—Ya me vas a decir que es lo que tienes en mente. -le dije a mi Madre mientras me acomodé en el sofá dónde se encontraba Paul.

—Espera cariño, deja que llegue tu hermano, quiero que ambos lo sepan. -comentó mi Madre mientras que apretaba el botón de su cama, para que la misma quedara en forma de silla.

—Llegué. -anunció mi hermano al entrar.

—Al fin, demorasté un montón. -me quejé.

—No empieces Mia. -arrugó su seño mientras habló.

—Cariño, saldré un rato. -asentí y Paul besó mi frente antes de marcharse, se que nos quería dejar solos con mi Madre.

La voz de mi Madre me hace prestarle toda mi atención.

—Mia cariño, quería agradecerte por brindarme tu apartamento, pero no pequeña no iré contigo, me marcharé pero aún lugar lejos de estos Estados. -comentó mi Madre muy seriamente.

 No te Niegues, aún te queda mucho por sentir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora