No te Niegues, aún te queda mucho por sentir.

✨ Capítulo: 37✨

Paul

Cuando nos encontramos en una situación de peligro nuestro cuerpo decide si reaccionará o si no lo hará y el mío decidió hacerlo luego de ver el auto de Mia dar vueltas en el aire. Salí de mi casa a la velocidad de la luz y corrí muy rápido hacía allá.

-Cuidado joven no se acerque , los autos pueden explotar en cualquier momento. - Al escuchar esas palabras me enloquecí.

No le respondí y continué haciéndome paso entre la multitud de personas que se estaban posicionando al rededor.

-¡Déjeme pasar!. -Le grité a las personas encargadas de no dejar acercarse a nadie, eran muchos y me agarraron por ambos brazos.

-Mi novia, ella está en ese auto. -Apunté el auto de Mia, el cual no quería ni mirar porque se encontraba completamente volcado y de el salía mucho humo.

Uno de ellos me iba a hablar pero fue interrumpido por la llegada de la ambulancia.

Todo fue muy rápido, se bajaron de ella y comenzaron a sacarla del auto y subirla a una camilla.

No pude aguantar mis lágrimas cuando mis ojos fueron a su ensangrentado cuerpo, no podía ver su rostro, todo era rojo incluso su cabello rubio.

Intenté preguntar algo, ya que no me dejaban acercarme, pero me quedé en completo silencio al escucharlos hablar

- Vamos vamos, ¡código rojo!. - No tenía idea del significado de los códigos, pero los paramédicos mantenían un semblante de mi total preocupación.

No me dejaron subir a la ambulancia pero el chófer me dijo al hospital que la llevarían.

Intenté tranquilizarme lo más que pude, para poder llegar allí, apenas llegué fui directo a información y pregunté por ella, me indicaron y corrí por aquel pasillo hasta dar con terapia intensiva.

-Lo siento no puede pasar. -Me dijo la joven que se encontraba frente a la puerta.

-Necesito saber de ella, mi novia está ahí dentro. -Hablé rápidamente y mi voz salió quebrada, la joven hizo un gesto triste y habló.

-La joven del accidente de auto.? -Asentí con la cabeza y ella continuó hablando.

-Debe esperar, no hace mucho entraron y debían operar rápidamente, el impacto más grave fue en su cabeza y al parecer fue muy grave. -Terminó de hablar y dejé caer mi cuerpo contra la pared, rodando por ella hasta quedar hincado en el piso.

No quería pensar, ella estará bien, claro que estará bien.

Podía sentir mis ojos llenarse de lágrimas nuevamente y comenzar a rodar por mis mejillas, sorbí por la nariz y levanté la cabeza en dirección a la pared del frente en ella había un gran mural médico y tenía escrito en el con letras mayúsculas. "Códigos hospitalarios"

Me acerqué allí y leí el significado de código rojo.

«Cuando existe riesgo para la vida, requiere de atención inmediata obligaría.»

Mi corazón casi se sale del pecho al leer lo que ya imaginaba, incluso respirar se me dificultó.

-Joven. -Me giré en dirección a la muchacha y entonces ella habló.

-Necesito que alguien llene la ficha.

En ese momento caí en cuenta que aún no había avisado a nadie.

-Puedo llenarla yo.?

-En caso de no estar la Madre si, pero usted conoce todos los datos.?

-Puedo ver.