HAZEL XXXII

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Vamos a avisar de una vez, porque de lo contrario creo que muchos se sacarán demasiado de onda.

Aunque realmente esto no cobrará importancia sino hasta dentro de varios libros, Hylla estará basada en el personaje de la sexta Fuma Kotaro del manga de Tenkaichi:

Aunque realmente esto no cobrará importancia sino hasta dentro de varios libros, Hylla estará basada en el personaje de la sexta Fuma Kotaro del manga de Tenkaichi:

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...


—Hazel—Percy estaba sacudiéndole el hombro—. Despierta. Hemos llegado a Seattle.

Ella se incorporó como atontada, entornando los ojos al sol de la mañana.

—¿Frank?

Frank gimió mientras se frotaba los ojos.

—¿Acabamos de...? ¿Me he...?

—Los dos os habéis desmayado—dijo Percy—. No sé por qué, pero Ella me dijo que no me preocupara. Dijo que estabais... ¿compartiendo?

—Compartiendo—convino Ella.

La arpía estaba agachada en la popa, arreglándose las plumas del ala con los dientes, lo que no parecía una forma muy efectiva de higiene personal. Escupió una pelusa roja.

—Compartir es bueno. Se acabaron los desmayos. Hazel ha compartido. Se acabaron los desmayos.

Percy se rascó la cabeza.

—Sí... hemos estado manteniendo conversaciones por el estilo toda la noche. Todavía no sé de lo que está hablando.

Hazel pegó la mano al bolsillo de su abrigo. Palpó el trozo de leña envuelto en tela.

Miró a Frank.

—Estabas allí.

Él asintió con la cabeza. No dijo nada, pero el mensaje era claro: lo que había dicho iba en serio. Quería que ella guardara el palo. Hazel no sabía si eso le hacía sentirse honrada o asustada. Nadie le había confiado algo tan importante.

—Esperen—dijo Percy—. ¿Habéis compartido el desmayo? ¿De ahora en adelante vais a perder el conocimiento los dos?

—No—contestó Ella—. No, no, no. Se acabaron los desmayos. Más libros para Ella. Libros de Seattle.

Hazel contempló el agua. Navegaban por una gran bahía en dirección a un grupo de edificios del centro. Los barrios se extendían a través de una serie de colinas. En la más elevada se levantaba una extraña torre blanca con un platillo en lo alto, como una nave espacial de las antiguas películas de Flash Gordon que tanto le gustaban a Sammy.

"¿Se acabaron los desmayos?"—pensó Hazel. Después de soportarlos durante tanto tiempo, le parecía demasiado bueno para ser cierto.

¿Cómo podía estar segura Ella de que se habían terminado? Y sin embargo, Hazel se sentía realmente distinta... más asentada, como si ya no intentara vivir en dos períodos de tiempo. Cada músculo de su cuerpo empezó a relajarse. Se sentía como si por fin se hubiera quitado una chaqueta que había llevado puesta durante meses. De algún modo, la compañía de Frank durante el desmayo la había ayudado. Ella había revivido todo su pasado hasta el presente. A partir de entonces sólo tenía que preocuparse por el futuro... suponiendo que tuviera uno.

GIGANTOMAQUIA: El Hijo de NeptunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora