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𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔳𝔢𝔦𝔫𝔱𝔦𝔠𝔦𝔫𝔠𝔬

"El rol del perro pastor es proteger a las

ovejas de cualquier depredador. Se crían

con las ovejas desde pequeños, por lo que

sienten que ellas son su familia. Se desconoce

si el perro pastor se considera una oveja más,

o si considera al rebaño parte de su misma

especie. Solo sabemos que para ellos, las

ovejas son su familia"

Artículo de Ladera Sur sobre los Perros Guardianes de Ganado

Lo único que podía escucharse durante varios minutos en una de las mesas más grandes del comedor era el sonido de los cubiertos al chocar con los platos. Joel y Ellie comían con rapidez. Betty, en cambio, introducía pedazos de conejo asado a la boca con sutileza.

—Gracias— dijo la chica luego de masticar, dirigiéndose a María, la mujer morena. Le sonrió a boca cerrada.

—Sí— habló Joel con la boca llena—. Gracias, señora. No recuerdo la última vez que tuve una comida como esta...

—Creo que nunca he tenido una comida como esta— decía Ellie mientras introducía varios pedazos de papa en su boca—. La comida de FEDRA es una mierda...

—¡Ellie!— chistó Betty en voz baja.

María sonrió a boca cerrada hacia la chica, y después miró con impresión al hombre y la menor.

—Hay más si quieren repetir— dijo la mujer morena luego de un momento—. También tenemos tarta de calabaza...

Betty iba a decir que no se preocupara, pero Joel interrumpió.

—Sí, quisiera repetir— estaba por terminar su plato—. Antes de comer un pedazo de tarta.

—También yo— se apresuró a decir Ellie.

La chica los observó con incredulidad y vergüenza. Estos, sin embargo, permanecían con la cabeza gacha, mirando el plato mientras devoraban la comida.

La menor tomó un poco de agua y sus ojos se toparon con una chica observándola detrás de un muro. Su cabello castaño era largo y estaba peinado en una trenza.

—¿Qué estás mirando?— dijo Ellie, con la mandíbula apretada y un movimiento de cabeza.

Betty giró hacia la menor, y luego a la chica con ceño fruncido.

—¿Qué ocurre, Ellie?— refutó en un susurro—. Sé amable.

—¿Qué hay de ella viéndome como si fuera un fenómeno?

—Creo que lo hace porque los chicos de tu edad aquí no lucen o hablan como tú— dijo María con una sonrisa de condescendencia.

—Disculpe— se apresuró a decir Betty en tono amable, pero irritado—, pero, ¿a qué se refiere con eso?

La mujer morena estaba a punto de responder, pero Ellie la detuvo.

—Descuida, sé exactamente a qué se refiere. Y quiero mi arma de vuelta— dijo la menor, dedicándole a María una mirada desafiante.