24 - Una nueva alternativa.

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Era la mañana del día jueves, el sol entraba vagamente por los pequeños huecos de la persiana de Tsukasa. Él abrió los ojos, sintiendo un curioso dolor en su cuerpo. No sabia exactamente qué era, pero había algo raro en él. Quizá era el hecho de sus recientes heridas de auto lesiones, los moretones que llevaban un tiempo con él o la fragilidad de su cuerpo. Sin saber ciertamente qué era, se levantó de la cama sin dar muchos rodeos. Se sentía un poco mareado, estaba seguro de que era por la profundidad de sus cortes.

Ni siquiera tenía ganas de revisar su teléfono, estaba por no decir más cansado. Pero el hecho de pensar que tenía un excelente novio y buenos amigos lo hacía sentir un poco feliz.. Si tan solo los pensamientos suicidas no lo dominaran posiblemente podría sentir más felicidad. Bueno, después de todo, él había prometido no auto lesionarse más, pero jamás mencionó que no intentaría quitarse la vida. Se sentía egoísta, pero en parte sentía que era lo mejor.

Pensó por un tiempo, y después de arreglarse para ir a la escuela bajó a la planta baja. Aunque le había prometido a su hermanita que iba a desayunar con ella todos los días, ya ni siquiera sentía la energía cómo para hacerlo. Sentía que solo la decepcionaba, cómo creía hacerlo con todas las personas que lo rodean. No sentía ser digno de siquiera ser considerado humano. Muchas veces había pensado en quitarse su propia vida, pero jamás en quitarle la vida a otra persona.

Podía ser de lo más amable con todo el mundo, pero jamás iba a ser lo suficientemente amable consigo mismo. Siempre fue duro con él mismo, y no tenía planeado cambiar eso. Cree merecerlo. No tardó nada en llegar a la entrada de la escuela. Pero se sentía demasiado extraño, muy extraño realmente.. Solo sintió felicidad cuando vió a su novio a lo lejos. Su ansiedad se había ventilado un poco, así que se aproximó hacia él, abrazándolo por detrás. Cosa que ya había hecho con anterioridad.

-¡Tsukasa! -dijo Rui, para posteriormente sonreírle al rubio-. Te he extrañado, ¿sabes?

-Hola Rui.. Yo también te extrañé.-respondió Tsukasa, intentando no sonar cansado.

-¿Hay algo que esté molestándote? -preguntó Rui curioso- Puedes contarme lo que quieras, y lo sabes mejor que nadie.

-Uh.. No es nada, lo juro.-dijo el de cabellos rubios en el intento de balbucear alguna excusa que tuviera sentido.

-Eres tan malo mintiendo.. -mencionó Rui para luego tomar de la mano al rubio- No quiero presionarte a nada.. pero la verdad si me preocupas.

-¿Preocuparte por qué? ¡Está claro que yo soy la mejor estrella del mundo, Tsukasa Tenma!-exclamó intentando sonar seguro.

-Amor.. -dijo Rui sonando preocupado- Me duele que finjas delante mío. Especialmente luego de mostrarme tus cicatrices..

-Lo siento.. No quiero que te carcomas el cerebro pensando en maneras de cómo ayudarme.. No es necesario.-respondió Tsukasa desviando la mirada.

-Por tí haría cualquier cosa.-dijo el de cabellera morada, asomando su cabeza hacia Tsukasa, dispuesto a darle un dulce y cariñoso beso. El rubio por supuesto que correspondió, ya ni siquiera le daba vergüenza besar a su novio teniendo al resto de estudiantes cerca.

-Vamos al salón, ¿sí? -sugirió Tsukasa- Honestamente me parece curioso no ver a Emu o a Nene cerca. ¿Qué hay de ellas?

-Oh, sucede que ayer Nene se quedó a dormir en la casa de Emu. Apuesto a que se fueron a dormir tarde, ¿eh?-respondió Rui, bromeando un poco al final.

-Lo más seguro es que llegaran tarde hoy, o quizá ni asistan.-dijo Tsukasa, dirigiéndose al salón. Rui fue tras él.

Era un día por no decir mucho ordinario, el rubio se sentía bastante aburrido. Rui notaba eso, pero sabía que no era su culpa. Tsukasa simplemente miraba a la ventana, suspirando con melancolía. Algo estaba mal con él, pero el de cabellos morados no iba a forzarlo a hablar. No importaba cuánto no quisiera, odiaba verlo así. No quería seguir carcomiendo desde el primero hasta el último de sus pensamientos con esa idea, así que optó por volver a preguntar.

Loving Feeling - Ruikasa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora