Capítulo 2. Parte 11 y 12

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"¡Mamá!" Megumin reprendió a su madre en voz baja: "¿¡Qué estás haciendo!?".

"¿Qué quieres decir, Megumin? No estoy haciendo nada".

"¿No-? No hacer nada" Estaba cada vez más exasperada, señalando por el pasillo hacia la puerta del baño, "¿Cómo es que invitar a Kazuma a vivir aquí se considera no hacer nada?". Megumin había estado esperando todo el tiempo para interrogar a su madre sobre sus desiciones, y como Kazuma acababa de meterse en el baño, aprovechó la oportunidad para finalmente decir lo que pensaba.

"No entiendo por qué estás tan molesta", a su favor Yuiyui parecía genuinamente confundida por la reacción de su hija, aunque Megumin no podía decir si solo estaba fingiendo o no, "Pensé que apreciarías que te ayudara a cuidar las cosas aquí en casa. Siempre te quejas por todo el trabajo que tienes que hacer sola. Tu querida madre solo estaba tratando de hacer algo bueno por ti. ¿Estás realmente tan infeliz por tenerlo aquí?".

No era eso, no era eso en absoluto, y su madre era plenamente consciente de ello. Claro, la idea de que Kazuma se quedara con ella estaba haciendo que sus nervios se pusieran de punta e hizo que su corazón latiera como loco, de esa manera extraña y cálida que solo Kazuma podía causar, pero no iba a actuar como si tuviera algún problema con que él se quedara a dormir, en absoluto. De hecho, era todo lo contrario, estaba desmayada ante la idea de poder pasar tanto tiempo con su persona más querida, aunque nunca le diría eso a su madre.

"No…" finalmente murmuró, "Estoy feliz de tener a Kazuma aquí… es solo… un poco repentino…".

Sí, a Yuiyui le encantaba molestar a su pequeña, pero no era cruel. "No es propio de ti estar tan mansa y nerviosa", dijo con dulzura, "Sé que estarás bien. De mis pocas interacciones con él, puedo decir que es un joven muy honrado. Hiciste una gran elección si me preguntas".

"¡Dije que pares!".

Ella solo se rió.

"Uhm....pero… gracias, supongo."

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Kazuma dejó escapar un suspiro exhausto cuando sintió que su cuerpo se relajaba por primera vez en horas, el agua tibia hacía maravillas en él, tanto física como mentalmente. A pesar de lo horrible que había sido su noche hasta ese momento, tenía que admitir lo increíblemente afortunado que era en este momento. A decir verdad esperaba quedarse en casa de Megumin hasta la mañana, momento en el que iría a Axel para encontrar un hotel barato en el que quedarse hasta que pudiera encontrar una residencia más permanente. Sin embargo, en algún giro de los acontecimientos extraño pero muy afortunado, ahora pasaría las próximas dos semanas viviendo con Megumin y su hermana pequeña.

Claro, su casa no era grande, siendo un bungalow de tamaño bastante modesto, pero como alguien que había pasado los últimos meses compartiendo un pequeño apartamento, esto era prácticamente un lujo para él. También era dolorosamente consciente de la mala situación financiera de la familia, pero ya había decidido que ayudaría a dividir los gastos de las próximas dos semanas con su propio dinero; era justo que él les pagara adecuadamente de alguna manera.

(Los bungalows son casas de 1 o 1 ½ pisos, con techos inclinados y aleros con vigas no cerradas, y suelen tener una ventana abuhardillada (o un respiradero del ático diseñado para parecerse a uno) sobre la parte principal de la casa.)

Sin mencionar el hecho de que Megumin sería mucho mejor como compañera de cuarto que Aqua. Honestamente, estaba un poco emocionado de compartir un espacio vital con alguien que era realmente responsable, sería bueno no tener que hacer todo por su cuenta por una vez.

En momentos como este, cuando toda su vida se sentía como si acabara de ser arrancada por causas ajenas a él, Kazuma casi deseaba haberse quedado como un NEET encerrado, sin tener que lidiar con ninguno de estos problemas de la vida real, problemas que parecen no poder dejarlo solo. En este momento, daría cualquier cosa por estar sentado frente a su computadora en la habitación de su infancia, no sentado en el baño de su amiga, preocupándose por la idea de su nueva falta de vivienda.

Pero sabía que ya no podía hacer eso, quisiera o no. Le gustara o no, ahora tenía gente que confiaba en él. Claro, de manera realista podría evitar todos sus problemas y simplemente deshacerse de ellos, pero no haría eso. Puede ser un patan, pervertido y algo grosero a veces, pero no era el tipo de persona que abandonaba a las personas que le importaban, sin importar cuántos dolores de cabeza le dieran.

Sin él, Aqua probablemente estaría muerta al costado del camino en alguna parte. Morboso, seguro, pero era la verdad. Nadie más estaba dispuesto a acogerla o ayudarla, ni siquiera su propia familia. Kazuma realmente era su última esperanza.

No estaba del todo seguro de la situación de Darkness, pero lo que sí sabía era que la holgazana de su compañera de habitación había sido responsable de incendiar el apartamento en el que había estado viviendo durante menos de un mes. Si iba a tener que encontrar un lugar para que Aqua se quedara cuando regresaran, tenía la sensación de que también tendría que hacer lo mismo con Darkness.

Megumin, bueno, las cosas con ella no eran tan sombrías o terribles como las de los otros dos. Dicho esto, entendía que ella realmente lo necesitaba, su compañía para ser más exactos. Ni siquiera estaba tratando de ser vanidoso con ese pensamiento, es solo lo que creía de forma genuina. Sabía que Megumin había estado, y hasta cierto punto todavía estaba bastante sola y aislada de sus compañeros, tener una reputación de bicho raro con mal genio te hará eso. Por supuesto, ella era mucho menos extrema hoy en día, y su temperamento se había calmado mucho, pero Kazuma sabía de primera mano cuán dañinos podían ser los rumores de la escuela secundaria, independientemente de si eran ciertos o no. Al parecer, tenía algunos amigos además de él, o eso le había dicho, pero por la forma en que hablaba de ellos, no parecían ser tan cercanos. No es que los odiara ni nada,

¿Era él su único amigo cercano en realidad?

Kazuma sacudió la cabeza para deshacerse de esos pensamientos deprimentes sobre Megumin. Estaba seguro de que estaba pensando demasiado en las cosas, después de todo estaba extremadamente cansado.

'Estoy tan malditamente cansado...'.

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¡Un poco de romance para estas maravillosas vacaciones de primavera!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora