¡Un poco de romance para estas maravillosas vacaciones de primavera!

Capítulo 7. Parte 8,9 y 10

Cuando Megumin abrió los ojos aturdida, no pudo evitar sentir como si su entorno fuera... diferente, de una forma u otra. Ese sentimiento solo salió a relucir aún más y sintió que sus brazos, los que tenía la intención de usar para quitarse el sueño de los ojos, estaban actualmente envueltos alrededor de algo. Algo acogedor, algo que parecía respirar.

No fue hasta que levantó un poco la vista y vio su rostro dormido que recordó dónde estaba y qué la había llevado hasta ese punto.

Se había acostado con Kazuma, su... su... novio. Realmente no sabía cuánto tiempo pasaría hasta que llamarlo novio, aunque fuera solo mentalmente, comenzara a sentirse natural. Pero, a pesar de todo, pensar en ello la excitaba. Ella sólo esperaba que él sintiera algo similar, tal vez incluso que soñara con ello.

Sin querer perturbar su sueño todavía a menos que fuera absolutamente necesario, Megumin quitó su brazo izquierdo de la cintura de Kazuma y extendió la mano para agarrar su teléfono de la mesita de noche, apenas alcanzándolo. Al encenderlo, vio que Kazuma tenía algunos mensajes de texto sin leer, aunque por el bien de su privacidad hizo todo lo posible por no mirarlos y, en cambio, se centró en su objetivo principal, la hora, que se muestra claramente en un texto grande en el momento en que lo encendió.

7:07 am. Incluso para una madrugadora como Megumin, todavía era bastante temprano para levantarse, y dudaba que Komekko se levantara pronto, especialmente con el día agotador que había tenido ayer. Sin embargo, para su grata sorpresa, a pesar de haberse levantado temprano, no se sentía tan cansada. Ella en realidad se sentía... muy bien. Una gran sonrisa apareció en su rostro cuando se dio cuenta del nuevo factor que potencialmente podría haber jugado un papel en su reparadora noche de sueño.

Sintiendo que no necesitaba levantarse pronto, tomó la fácil decisión de quedarse donde estaba por un rato más, acurrucándose en los brazos de Kazuma y acariciando suavemente su cabello. No estaba segura de si terminó volviendo a quedarse dormida en algún momento o no, pero después de un rato de abrazarse contra él, sintió que Kazuma finalmente comenzaba a moverse, sus ojos se abrieron lentamente mientras estiraba el brazo que anteriormente había estado envuelto alrededor de su cuello.

"Uhm, b-buenos días, Kazuma", se sonrojó, admitiendo que se sentía bastante tímida ahora que él estaba despierto.

Megumin lo vio bostezar ruidosamente y luego murmurar algo que no pudo entender por mucho que lo intentara, probablemente un buen día, antes de que él parpadeara un par de veces, mirándola a los ojos. "...Ah, claro. Nosotros...".

La chica de ojos carmesí asintió con la cabeza, peleando una batalla perdida contra la pequeña sonrisa que tiraba de sus labios, "Sí".

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Kazuma dejó escapar un suspiro relajado cuando el agua tibia llovió sobre su cuerpo y sus músculos se relajaron instantáneamente. Se tomó un momento para ajustar perfectamente la temperatura y la presión antes de cerrar los ojos y respirar profundamente, apoyando las palmas de las manos contra el mosaico comparativamente frío de la pared frente a él, con la cabeza gacha.

Cuando permitió que sus ojos se abrieran de nuevo, la corriente bañaba agradablemente su cabello, instantáneamente encontró que su mente regresaba a los eventos de la noche anterior; después de todo, esa era la razón por la que se había duchado. Con todo lo que había sucedido entre él y Megumin, ciertamente sintió que le vendría bien alejarse y relajarse un poco de sus pensamientos.

"Realmente tengo una relación con ella ahora, ¿eh?" El  castaño reflexionó para sí mismo, su voz fue completamente ahogada por los sonidos del agua chapoteando contra el piso de la ducha.