¡Un poco de romance para estas maravillosas vacaciones de primavera!

Capítulo 3. Parte 4

A pesar del comentario de Kazuma, o tal vez a pesar de él, pasó casi otra hora entera hasta que finalmente terminaron con todo el proceso de compras. Hizo todo lo posible por contener la risa cuando vio la expresión en el rostro del trabajador de la tienda cuando Megumin arrojó su fajo de cupones frente a ellos, pero se alegró de ver que los cupones de hecho ayudaron en aligerad una parte considerable de su gasto total. Y con el hecho de que el costo total se dividió cincuenta por ciento entre ambos, se sorprendió gratamente de lo poco que terminó perdiendo.

Una vez que empacaron todas sus compras, con él sosteniendo dos bolsas, Megumin sosteniendo la otra bolsa y Komekko sosteniendo una pequeña barra de chocolate que Kazuma le había dado, regresaron a la casa de los padres de Megumin y Komekko. Por supuesto, la niña aprovechó esta oportunidad para interrogar a sus dos niñeras sobre qué comida le prepararían en los próximos días. Fue en este punto que Kazuma estaba cada vez más preocupado de que esto fuera lo único de lo que hablara la pequeña.

Como si hubiera escuchado sus propios pensamientos, justo cuando entraron a la casa, Komekko corrió hacia él para decirle que 'quería que su hermano mayor viniera a jugar con ella'. Megumin rápidamente le recordó a su hermana pequeña que Kazuma tenía que ayudarla a guardar las compras primero y la ahuyentó para ir a ver la televisión mientras se dirigían a la cocina.

"Eso es todo", le informó Megumin mientras tomaba el último artículo de la bolsa final, un repollo fresco, y abría la puerta del refrigerador para ponerlo dentro.

"Honestamente, eso tomó más tiempo de lo que pensé que sería", apoyó los brazos detrás de la cabeza mientras se apoyaba contra la pared al lado del refrigerador, "pero la mayor parte de ese tiempo extra probablemente se debió a que no sabía a dónde iba todo. "

"Mhm", la chica tarareó suavemente en respuesta, luego lo empujó en el pecho cuando cerró los ojos relajado, "Oye, ¿olvidaste que tienes que ir a jugar con alguien ahora?".

Kazuma abrió un ojo y sonrió con picardía, "No lo juzgaré, pero ¿no eres un poco mayor para estar 'jugando' todavía?".

El rostro de su amiga rápidamente se llenó de vergüenza, sus manos golpeando débilmente su pecho, "¡Me refería a mi hermana pequeña, no a mí, idiota!".

"Lo sé, solo estaba jugando contigo. Realmente deberías saber esto ahora", respondió mientras se empujaba desde la pared y colocaba sus manos sobre sus hombros para estabilizarse rápidamente. Megumin sintió que se tensaba bajo su toque, pero rápidamente se relajó nuevamente cuando él la soltó después de un segundo y se dirigió a la sala de estar.

Una vez allí, Kazuma instantáneamente vio a la pequeña niña, su mirada actualmente fijada en la televisión. Podía decir que estaba viendo algún tipo de anime, pero no fue uno que reconoció al instante. Aunque se sentía un poco familiar para él por alguna razón.

"Oye, Komekko", ahuecó las manos alrededor de su boca para imitar un megáfono, el sonido de su voz hizo que la chica volviera su atención hacia él, "Terminé de ayudar a tu hermana mayor a guardar todo, todavía quieres que tu hermano mayor juegue contigo?".

En respuesta, la chica asintió frenéticamente con la cabeza y sonrió ampliamente mientras se levantaba y empezaba a tirar de Kazuma en dirección a la habitación compartida de ella y Megumin. "¡Puedes mostrarme todos los juegos que conoces, hermano mayor!".

Y así, según la solicitud de Komekko, Kazuma jugó juego tras juego con su nueva 'hermana pequeña'. Rápidamente la impresionó con sus increíbles habilidades de piedra, papel o tijera, sin perder ni una sola vez, y luego pasó a enseñarle una gran cantidad de juegos de cartas simples usando un paquete de cartas que había encontrado cerca del escritorio de Megumin. Fue solo a la mitad de enseñarle a jugar Blackjack que se dio cuenta de que la niña solo sabía contar hasta diez, después de todo solo tenía cuatro años, por lo que rápidamente improvisó su propia versión del juego que solo subió a diez, en lugar de los veintiuno habituales.

Justo cuando terminaron su primera ronda de 'Blackjack', la puerta se abrió y Megumin entró en silencio a la habitación. "Hey, ¿ustedes dos se están divirtiendo?" preguntó mientras sacaba el asiento de su escritorio y se sentaba en él, poniendo su codo sobre el escritorio y permitiendo que su cabeza descansara sobre su mano.

"¡Sí!" Komekko le sonrió a su hermana mayor, señalando las cartas frente a ella, "¡El hermano mayor me enseñó a jugar el backtack!".

Megumin miró a Kazuma con escepticismo. "Blackjack", corrigió, revolviendo las cartas ociosamente, "Tuve que modificar un poco las reglas para ella, pero parece que le está cogiendo el truco".

"¿Alterar la re-?" Megumin comenzó a cuestionarlo, antes de recordar cómo funciona realmente el juego de Blackjack, así como las habilidades numéricas actuales de su hermana, "Oh, cierto. Tiene sentido". Al ver con un poco de diversión cómo Kazuma terminaba de barajar la baraja, no era perfecto en eso de ninguna manera, la adolescente desvió su atención y todo su cuerpo hacia su escritorio.

"Oye, ¿vas a unirte?" El chico de ojos verdes le preguntó cuando notó que ella se daba la vuelta, "¿O tienes algo más que hacer?".

Recogió suavemente los papeles en su escritorio y le sonrió al chico, "B-bueno, en realidad estaba planeando terminar mi tarea... pero...".

"¿Eh? ¿La hermana mayor también va a jugar conmigo?" Komekko levantó la vista expectante, sus ojos brillaban intensamente.

Megumin se quejó mentalmente sobre la injusticia de las únicas dos personas a las que no podía decir que no, para bien o para mal, uniéndose contra ella; dejando su tarea sobre el escritorio con un suspiro divertido. "¡Mhm, por supuesto que lo haré!" Tranquilizó a su hermana pequeña, levantándose de su asiento y dejándose caer junto a Kazuma y Komekko, los tres formando una especie de formación triangular en el suelo.

Aunque honestamente solo tenía la intención de jugar con ellos durante unos diez minutos, antes de volver a terminar su tarea, Megumin rápidamente perdió interés en su idea inicial mientras ayudaba a Kazuma a enseñarle a su hermana pequeña una gran cantidad de trucos y juegos de cartas, teniendo demasiada diversión para preocuparse por su trabajo escolar restante.

Se había sorprendido gratamente en el transcurso de la mañana por lo bueno que era Kazuma con su hermana. En realidad, nunca esperó que él fuera el tipo de persona que sería buena con los niños, pero comenzó a tener más y más sentido para ella al recordar todas las historias de terror que Kazuma le había contado sobre su compañero de cuarto. Si tuviera la paciencia para tratar con alguien así, su hermana pequeña no sería un problema en comparación. Después de todo, Komekko nunca había quemado la casa.

Fue cuando estaba a la mitad de mostrarle a la niña un 'truco de magia' en el que adivinaría perfectamente su carta, aproximadamente una hora después, que el tiempo de juego de Komekko se interrumpió rápidamente y terminó cuando un fuerte estruendo salió del estómago de la pequeña niña. Komekko rápidamente perdió interés en el truco de cartas después de eso.

"Gran hermanaaaa", la joven se aferró a ella, haciendo que Megumin dejara caer las cartas en el proceso, "¿Ya es la hora del almuerzo? Tengo mucha, mucha, mucha hambre".

Megumin miró el reloj, un poco sorprendida cuando se dio cuenta de que ya eran casi las doce y media. "Sí, ahora es la hora del almuerzo. ¿Qué tal si esperas aquí mientras vamos a prepararte algo sabroso para comer, de acuerdo?".

"O-" Ella bostezó ruidosamente mientras se dirigía a su futón, "Está bien". Las otras dos personas en la habitación se levantaron lentamente e intercambiaron miradas mientras la observaban acurrucarse en las sábanas junto a Chomusuke, quien descansaba en una posición casi idéntica.