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CAPÍTULO DIECIOCHO Mi hogar es en donde sea que esté contigo
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🏠◦ ✨ . . ☕️ ೃ࿔ 🥞 • ༄
Blair había crecido en Nueva York. Antes de Seattle y Quantico, era el único lugar en el que había vivido. Era todo lo que conocía. Había aprendido todo lo que sabía ahí, lo bueno y lo malo. Se convirtió en quien era en ese lugar. Pensar en regresar como la agente Sutton, con el puesto de directora, siendo la persona que tomaría las decisiones en el lugar porque sus superiores querían que lo hiciera, la emocionaba inevitablemente.
Pero fue suficiente con mirar a su alrededor para pensarlo mejor. Había estado casi un año en el lugar, y había aprendido más de ella en ese tiempo de lo que lo había hecho treinta años en cualquier otro lugar.
Era un puesto que le ofrecerían a alguien como Derek o Emily, quienes tenían muchos más años de experiencia, pero Hotchner no bromeaba con esas cosas, y sabía que no le mentiría. Tal vez había hecho algo muy bien todo el tiempo que trabajó en esa oficina, sufriendo varios de los peores años de su vida. Siempre había sido más que eficiente en su trabajo, en todo lo que hacía, y ella sabía que eso era porque trataba de sobre compensar el sentimiento de insuficiencia que estaba en ella desde que era una niña. Nunca pensó que realmente fuese a dar frutos.
Cuando salió de la oficina de su jefe, les dio su mejor cara a sus compañeros y les dijo que quería ir a casa. Por suerte nadie le preguntó de qué habló con su jefe.
Bueno, hasta que Spencer la alcanzó en el primer piso.
—Oye, ¿puedo llevarte a casa?
Spencer Reid. Ese era otro pequeño detalle. Blair no tenía idea, pero él la seguiría a cualquier lugar del mundo. Jamás le pediría algo así, jamás permitiría que hiciera algo así. Él amaba su trabajo tal vez más que ella, y era el mejor del equipo.
