Capitulo 14

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Al despertar me di cuenta donde estaba acostada y encima de la mano de quién, abro mis ojos de sorpresa y me levanto dispuesta a salir de ahí a mayor velocidad que la luz.

Noto que dargan sigue inconsciente asi que no tendría que seguir allí esperando a que despierte, al salir noto a Dieter llegar a lo lejos con unas bolsas.

—¿Dieter? ¿Qué haces aquí?—pregunto.

Este me da la mirada más sarcástica del mundo.

—Es que quise darle de visita a todos aquí, pequeña cuñada—habla.

Yo lo miro enojada.

—¿Eso es sarcasmo?

—Noo, yo nunca podría hablarte con ese tono, como me puedes decir eso—se lleva una mano al pecho exagerando.

Ruedo los ojos.

—¿Vienes a ver a tu casi tieso hermano?—cuestiono.

Dieter se ríe fuerte, frunzo mi ceño y lo miro raro.

¿Será que algo le picó?

—¡Ay, Lía, nunca cambies!—habla entre risas mientras abre la puerta.

Yo lo sigo con cuidado.

—No creo que lo encuentres despierto, esta tieso, te lo dije...—noto a dargan mirándome esperando a que siga hablando, yo me calló enseguida—¡Dagar, ya despertaste, que bien!—exclamó con emocion fingida.

—Yo veo a mi hermano bien vivo, Lía—aclara Dieter y yo lo golpeó en un brazo—¡Auch! Si eres agresiva, mujer.

Yo paso por su lado, quitándole una de las bolsas, hagamos como que no a pasado nada.

—¿Me puedo quedar con esto?-pregunto, Dieter iba a decir algo pero lo interrumpo—¿Sí? Gracias.

Este solo ruedo los ojos y le pasa la otra bolsa a Dargan, mientras pasa a mi lado intentando quitarme la bolsa.

¡Oh no, cariño, eso ya es mio!

Le pego con el pie haciendo que pierda el equilibrio y pueda volver a agarrarla bolsa.

—¡Lía!—se queja.

Yo saco unas papitas de la bolsa.

—Tú te lo buscaste—me encojo de brazos.

Dieter solo me tira una mirada para volver sus ojos a su hermano. Diría que no tienen ni buena ni mala relación estos dos y lo de rivales, ni parecen.

Creo que están más dominados por sus madres que por cualquier otra cosa, aunque a la mamá de Dieter no la conozco; y no es que Dieter me caiga mal al principio me gustaba muchísimo no más porqué es guapo, después me interese de su hermano.

Eso suena raro.

Es como si me gustará el cucaracho irlandés.

Miro a la camilla en donde aquel hombre que desde que lo conocí no más me ha dado dolores de cabeza, se encuentra lo único bueno que noto de todo lo que he vivido es que estoy ganando plata.

Lo más importante.

Solo que al estar cerca de aquel chico de tes blanca como un lince recién comprado y sus ojos azules, con aquel cabello que cae por ambos lados de un negro fuerte y unos labios resultantes.

Siempre lo veo con traje y le queda también cualquier tipo de traje que me gustaría verlo con ropa básica, tomando una taza de café con su pelo despeinado y una sonrisa mientras esta en el balcón miran los grandes edificios alumbrados y la calle, y yo ahí molestandolo mientras hablo de mil y una cosa sin importancia.

La mala suerte de Lía [Trilogía "Gato Negro"]Where stories live. Discover now