La mala suerte de Lía [Trilogía "Gato Negro"]

Capitulo 15

Dargan

Al ser dado de alta del hospital y no volver a ver a Lía por ningún lado el primer lugar a donde ir es a la empresa, sin dejar de pensar en la conversación que tuve con Dieter. 

《—Madre esta muy enojada contigo—habla luego de ver como Lía se marcha de la habitación. 

Yo lo miro sin entender a qué lado quiere llevar esta conversación. 

—No me importa. 

Dieter se sienta en donde antes estaba una despedazada morena durmiendo. 

—Tienes que tener cuidado, hermano—dice y yo lo miro sin entender. 

—¿De qué?

—Madre va hacer todo lo posible y usar todas sus cartas para hacer que termines con Lía, aunque lo suyo sea falso, corren riesgo—advierte. 

Yo suspiro y tomo el puente de la nariz con mis dedos, masajeando la zona, repentinamente el dolor de cabeza volvio. 

—No entiendo porqué sigue metiéndose en mi vida o que busca haciendo todo esto. 

Dieter se cruza de brazos mirándome aburrido. 

—¿No es obvio?—niego frustrado—, lo que busca es que tomes el lugar de nuestro padre. 

—No quiero eso. 

—De una u otra forma serás obligado por ella, es una vibora—aclara. 

—Escurridiza y venenosa—le sigo. 

Dieter ve que la enfermera va entrando y se levanta. 

—Solo protege a Lía, no me gustaría que nada malo le pase—mis ojos se abren rapido ante ello, y un ardor en mi pecho se presenta. 

—¿Qué quieres con Lía?—cuestiono enojado. 

Mis celos llegaron muy rápido. 

—No tengo ninguna intensión con ella, te lo prometo—habla rápido levantando su mano derecha—, es buena cuñada y persona. 

—¿Seguro? 

Una sonrisa ladeada aparece en sus labios. 

—No tenemos las mismas preferencias, hermano. Solo que una chica inocente y linda no puede caer en este lado del pozo oscuro donde nos encontramos—aclara para comenzar a caminar hasta la puerta—, madre comienza a ejecutivas su plan mañana, mueve rápido. 》

El dolor de cabeza se intensifica, haciendo que busque las pastillas en una de las gavetas y tomársela. 

Toco el comunicado para hablar con mi secretaria. 

—¿Sí, señor Maskers?—pregunta. 

Mis ojos se oscurecen mediante seguía pensando en qué tendrá esa mujer ahora en mente. 

—llama a Andre y dile que traiga lo que le pedí a más tardar en una hora—hablo. 

Mi secretaria dura unos segundos en silencio, antes de que vuelva a sonar el comunicador. 

—Andre ya va subiendo a su oficina, señor—avisa. 

Perfecto. 

—Gracias. 

Desconecto el parlante en ese momento y espero a que él llegue a mi oficina, mientras saco mi teléfono para revisarlo. 

Notando una pequeña notificación de mensaje.