Capitulo 18

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Dargan.

La mañana siguiente llega más rápido de lo que quisiera, no he dormido nada y la empresa andan en un desequilibrio de contaduría. 

Se había transferido un dinero a una cuenta externa a la de la empresa, ahora estaba lidiando con este problema y el de mi amada secuestrada. 

Mis ojos se habían cerrado por un minuto pensando en lo horrible que la debe estar pasando Lía. Mi imaginación vuela y la escucho murmurando con Ana de todo menos de trabajo y sonrío. 

—¡Dargan!— me saca de trance Andre y volteo a mirarle mal.

—¿Qué?

Andre carraspea su garganta y me señala la puerta en donde se encontraba un chico de unos 25 años, moreno con rasgos asiáticos por sus ojos achinados, viste una camisa floreado floreado un short negro y unas simples zapatillas blancas. 

¿Y este quién es?

Miro a Andre para que me diga que es lo que está pasando hasta que noto al chico acercarse a mí escritorio. 

—¿Qué es lo que pasó con Lía y dónde está?—pregunta con un atisbo de enojo. 

Me asombro al ver su atrevimiento. 

—¿Quién eres?—pregunto también enojado. 

—Eso a ti no te importa—contesta acercándose más—¿Dónde está Lía?—vuelve a preguntar. 

Me levanto para darle cara y entonces llega Andre separandonos. 

—Jefe, él es Sebastián el mejor amigo de Lía—aclara señalandolo. 

Yo solo asiento sin dejar de mirar al desvergonzado chico asiático ¿quién lo trajo y como sabe lo que pasó?

Y como si mi pregunta fuera contestada por el universo, Dieter pasa por la puerta. 

Claro, quién más habría sido. 

—Lo tengo, claro—suspiro sentándome nuevamente. 

Ahora tengo un problema mayor. 

—¿Vas a responder mi pregunta?—inquiere un enojado chico hacia mi dirección. 

Tomo el puente de mi nariz masajeando suavemente la zona, intentando disminuir el estrés y el dolor de cabeza ocasionado por no dormir. 

—¿Sebastián te llamas, no?—el nombrado asiente—, yo tampoco tengo idea de donde puede estar Lía—aclaro, su mirada se contrae y me intriga. 

¿Tan asustado esta de que no la encontremos? 

—¿Estas bien?—pregunta Dieter llegando a su lado. 

El chico moreno asiente. 

—Sé que debes estar preocupado por Lía, pero te aseguro que la encontrare sana y salva—Le digo mientras hago un gesto con mi mano para llamar a Andre. 

—Ustedes no entienden—dice Sebastián con un destello de preocupación—Mañana es viernes 13, Lía debería estar con su padre ahorita mismo a la mitad de un bosque. 

Dieter, Andre y yo lo voltear a mirar sin entender nada. 

¿Qué tiene que ver el viernes 13 con Lía? ¿Y cómo es posible que solo se preocupe por ello y no por su amiga? 

—¿Ya estas alucinando, Sebas?—cuestiona Dieter agarrando sus manos—, dime la verdad ¿Qué consumista antes del viaje? 

¿Viaje? ¿Cuál viaje? 

—Nada, lo juro ni cuando llegamos al hotel—asegura sebas. 

¿Hotel? ¿Llegamos? 

Qué está pasando aquí. 

La mala suerte de Lía [Trilogía "Gato Negro"]Where stories live. Discover now