ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 2

104 7 2
                                    

Marinette.
Eran ya las 11 de la noche y Adrien no había llegado, estaba preocupada pensando lo peor, sentía ganas de ir a buscarlo pero no sabía por dónde empezar, así que la impotencia me consumía.
De pronto escucho la voz de Carmen sacándome de mis pensamientos

- Señora no se angustie, estoy segura que el señor esta bien, de lo contrario ya lo sabría

- No puedo evitar estar preocupada carmen, ni siquiera ha llamado.... pero ya es muy tarde, vete a descansar

- Pero señora no me gustaría dejarla sola

- No te preocupes, ve a descansar

- Esta bien, si necesita algo no dude en avisarme

- Claro, muchas gracias Carmen

Carmen se retiro a su cuarto dejándome sola en la sala de estar, la única luz que había ensendida era la lámpara que estaba al costado del sofá, el resto de la casa estaba completamente oscura, esperaba la llegada de Adrien, cada minuto que pasaba aumentaba más mi preocupación. No había tenido una sola noticia de Adrien en todo el día, no sabía dónde podría estar ni con quién.
Mi día fue un poco agotado, ya que estuve ordenando la casa con los nuevos muebles que llegaron, estaba cansada y estar despierta a esta hora era un reto, poco a poco el sueño me venció y Adrien no regresó

Cuando desperté ya era de mañana, él reloj marcaba las seis. Amanecí con dolor en el cuerpo por lo incomodo que fue dormir en el sofá, al parecer Adrien no había llegado en toda la noche, así que subí a mi habitación para darme una ducha ya que tenía que presentarme a la oficina, trabajo con mi padre desde hace aproximadamente poco más de dos años, soy subdirectora y mi padre decidió retirarse y Adrien quedara al frente de la empresa. Mi padre quería que yo fuera quien dirigiera la empresa, pero le pedí que fuera Adrien porque me gustaría que gane experiencia y se de a conocer con grandes empresarios que trabajan en conjunto con nosotros, así cuando él lo decida no tenga problema en levantar su propia empresa, se que ese es uno de sus grandes sueños. Y también porque parte de la empresa es de su familia o al menos lo fue.

Subí me duche y me arregle para irme al trabajo, Adrien no es irresponsable ni tampoco impuntual, o al menos hasta ahora no lo era, solo espero que no vaya a adoptar esas malas costumbres, estaba realmente muy preocupada él tenía todo un día desaparecido, estuvo fuera de casa y no tuvo la intención de llamar para que supiera que esta bien. Mi mente me juega una mala pasada y me hace imaginar lo peor <<¿Y si tuvo un accidente? esta grave, le hicieron algo. ¡Oh por Dios donde esta este hombre!>> pensé.
Luego de unos minutos baje a desayunar, me lleve una gran sorpresa al ver a Adrien sentado en la mesa tomado café mientras revisaba su celular, ya estaba duchado lo supe por su cabello húmedo, su traje estaba perfecto, él estaba listo para irse, imagino que a la empresa. Hoy sería su primer día como director oficial de la Constructora

- Vaya, creía que te había pasado algo malo -dije sentándome frente a él en la mesa- Ayer no supe absolutamente nada de ti ¿Dónde estabas?

- Odio los reproches Marinette. Y aborrezco que quieran controlar mi vida -respondió firmemente si dejar de observar su móvil

- ¡Estaba preocupada Adrien!

- No tenias porqué, se cuidarme perfectamente bien solo, lo he hecho siempre -dijo y tomó un sorbo al café

- ¿A que hora llegaste?

- Pasado de la media noche ¿algun problema?

- ¡No se te ocurrió llamar para avisar que llegarías tarde!

- ¡No le debo cuentas a nadie!

- ¡A mi sí! ¿se te olvida que soy tu esposa? -dije alzando mi mano frente a él para hacer notar mis argollas de matrimonio

• 𝑳𝒂𝒃𝒆𝒓𝒊𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔 •Where stories live. Discover now