ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 6

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~• Tres años después •~

— Buena noche señora —saludó Carmen al ver entrar a Marinette a casa

— Hola Carmen —respondió  animadamente, de pronto la chica notó que Carmen traía una bandeja con un café negro— ¿Hay vistas? —preguntó intrigada

— No señora

— Y entonces ¿Para quien es el café?

— Para el señor Adrien

— ¡Adrien esta aquí! —dijo con sorpresa, ella no esperaba que él estuviera en casa

— Si, llego hace unos minutos, esta en su despacho

— Bien, estaré en mi habitación. Si él no te pregunta por mí, no lo digas que llegue

— Como diga señora

Marinette subió las escaleras y se dirigió a su habitación. Tiempo después Adrien salió de su despacho y camino hasta el comedor para cenar, Carmen le sirvió la comida

— ¿Marinette ya llegó? —preguntó mientras comía

— Si señor

— ¿Y por que no baja a cenar?

— Me pidió que le subiera la cena a su habitación

— ¿Hace cuanto llegó?

— Una hora aproximadamente

— ¿Una hora después de la 6? —preguntó

— La verdad no lo se señor, no vi la hora a la que llego, pero desde que llego hasta ahora, es una hora aproximadamente

— Son las casi las nueve, llego alrededor de las ocho —dijo viendo el reloj de su muñeca— ¿siempre llega tarde a casa? —preguntó

— No señor, es ocasional

— Te pedí que me informes lo que hace Marinette cuando no estoy y eso incluye la hora a la que llega

— Si señor, pero no siempre puedo saber la hora exacta a la que llega

— Claro, siempre vas a solaparla ¿cierto? Se que me mientes, pero esta bien, la verdad no me importa

— ¿De verdad no le importa?

— Él tenso su mandíbula unos segundos antes de responder— En lo absoluto —dijo y se levantó de la mesa sin haber terminado la cena

Mientras tanto Marinette se duchaba, poco después salió de bañarse con una toalla envuelta en su cabello y una que envolvía su cuerpo. Se sorprendió mucho al ver quien se encontraba sentado en la orilla su cama esperándola

— ¿Tú? ¿Que haces en mi cuarto?

— Hola a ti también Marinette

— Eso no responde mi pregunta, pensé que no volverías

— Tenia que volver a solucionar ciertos problemas

— Ah, que bien por ti. Ahora dime que haces en mi habitación —dijo cruzándose de brazos

— Tenemos que hablar —dijo él fríamente

— Creo que se de que.... en esa carpeta traes el acuerdo de divorcio ¿no es así? —dijo ella señalando la carpeta que el traía en sus manos

— ¿Porque llegas tan tarde a la casa Marinette?

— Disculpa! —dijo ella quitando la toalla que traía en el cabello, dejando caer su cabello sobre su espalda, este estaba húmedo y aun caían pequeñas gotas de agua de el

• 𝑳𝒂𝒃𝒆𝒓𝒊𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora