• 𝑳𝒂𝒃𝒆𝒓𝒊𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔 •

ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 21

Estábamos en camino hacia la tienda de Camila, estaba dispuesta a encontrar la verdad, sea como sea.

— Sabes Alya, Adrien me llamo hace poco

— Así ¿y que dice?

— Quiere que cenamos juntos esta noche

— Y vas a aceptar verdad

— No lo se... estamos enojados

— Yo opino que deberías aceptar, no dejes que esa bruja se salga con la suya

— Tienes razón, Adrien y yo nos amamos y ella nada puede hacer contra eso

Llegamos al lugar, era bonito, entramos aún cuando el pequeño cartel decía "Cerrado"

— Disculpen, aun no abrimos, la hora de atención es a las 9 —dijo Camila al tiempo que entrábamos a la tienda, parece que no me reconoció

— No queremos comprar, necesitamos hablar contigo Camila —dijo Alya seriamente

— ¿Las conozco?

— Puede que si, soy Marinette Dupain-Cheng —dije y me quite los anteojos oscuros— Y ella es Alya

— Marinette... que gusto verte igual a ti Alya

— Es urgente que hablemos, se trata de Lila —dijo Alya con seriedad

— No será posible, tengo mucho que hacer

— Vamos te conviene porque también hablaremos de tu hipoteca —dije y notamos el cambio inmediato de actitud de Camila, era obvio que no quería que nadie supiera sobre la hipoteca

— Esta bien, vamos a mi oficina. Susan quedas a cargo —le dijo a una chica que traía uniforme del lugar y ella asintió. Luego nos dirigimos a su oficina donde iniciamos la conversación

— Escucha Camila, necesito saber cada detalle sobre Lila y su supuesto embarazo

— Yo no se nada

— Si nos dices lo que queremos saber Marinette esta dispuesta a pagar cada centavo que le debes al banco para que no pierdas tu tienda

— ¿Harías eso?

— Claro, siempre y cuando firmes este documento y me dices todo lo que quiero saber —dije mientras deslizaba el documento sobre su escritorio hacia ella. Era un contrato en cual ella se comprometía a guardar la identidad de quien pague la hipoteca y el motivo por el cual lo hizo, esto para que lo que estoy haciendo no se preste a malos entendidos y pierda validez ante Adrien

— Como puedes darte cuenta, Marinette pagara cada centavo pero la condición es que nadie sabrá que ella estuvo aquí ni que pagó la deuda.

— Bien, estoy de acuerdo —dijo tomó una pluma y firmo el documento, definitivamente esta mujer estaba desesperada

— Si rompes alguna de las condiciones el trato se rompe en su totalidad  —advirtió Alya

— Pueden confiar en mi —dijo y extendió el documento ya firmado y Alya lo guardó

— Bien empecemos. Quiero saber si el bebé que Lila esperaba era de Adrien

— No, Adrien no era el padre. De hecho Lila no sabía quién era el papá de su hijo

— El aborto fue provocado ¿no es así?

— Si, ella lo hizo porque no había forma de engañar a Adrien, él tiempo no coincidía, ella tenía tres meses y se suponía que debía tener dos

— Sabes que paso el día de la fiesta de graduación entre ellos

— Nada, Adrien estaba muy borracho y le ganó el sueño, Lila me contó que dormía profundamente y no pudo despertarlo, así que decidió meterse en la cama con él y hacerle creer lo que ya saben