ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 29

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Marinette
Desperté y el lugar ya se encontraba oscuro, por la pequeña ventana entraba unos rayos de luz lunar pero no eran de gran ayuda para iluminar el cuarto, también se sentía frío y húmedo.
No tengo la menor idea de cuanto tiempo pude pasar inconsciente, lo último que recordaba era la fuerte bofetada que me dio ese hombre, por inercia pasé mis dedos por mi mejilla. Quise abrir la puerta pero esta estaba asegurada

— ¿Como rayos voy a salir de aquí? Estoy atrapada —dije deslizando mi espalda sobre la puerta mientras mis ojos empezaban a inundarse

En una esquina de la habitación había una pequeña botella con agua, la cual tome inmediatamente ya que empezaba a tener hambre. Minutos más tarde escuché la puerta abrirse

— Vaya la bella durmiente ya despertó —dijo Lila parada en el marco de la puerta

— Lila por favor déjame ir

— Jamás, al fin estas donde siempre debiste estar, arrastrándote en el suelo. Yo soy mejor que tú en todos los sentidos

— Lila, podemos hablar, arreglar las cosas

— ¡Nunca! Estoy disfrutando mucho esto. Adrien no te echará de menos, de eso me encargo yo.

— Él Jamás volverá a tu lado. Adrien me ama, nos ama y estoy segura que nos va a encontrar y tú vas a pagar muy caro todo esto —dije mientras acariciaba mi vientre

— Bla, bla, bla. Me aburres, sabes qué ya me voy, solo quería saber si ya te habías muerto pero ya vi que no —dijo y cerró la puerta otra vez con llave

— Tu papi tiene que encontrarnos mi amor, confío en ello —dije mientras me recostaba en la colcha que esta en el suelo

Dormir en este lugar es casi imposible, el viento helado corría y hacia sentir un frío intenso. Tenía que buscar la manera de salir de aquí a como diera lugar.

Las noches y los días siguientes fueron espantosos, por el día el sol brillaba y el calor era insoportable; durante la noche el frío invadía el lugar.
Ya era el tercer día en este horrible lugar, ya no había agua y desde el día que Lila me encerró no había probado bocado, no dormía bien me sentía muy cansada. Había buscado una manera de escapar pero no pude encontrarla.
Lila no había venido para nada en estos días, quizá ya no lo haría más y yo no sabía como pedir ayuda

— Vamos mi amor, resiste pronto saldremos de aquí —dije acariciando mi vientre, temía mucho por la vida de mi bebé

Una vez más reuní todas mis fuerzas y empecé a buscar una salida pero era totalmente inútil, no había manera de escapar. Pero se me ocurrió hacer algo más.

— ¡AUXILIO! ¡POR FAVOR QUE ALGUIEN ME AYUDE! ¡ESTOY ENCERRADA AQUÍ!

— Quieres callarte, nadie te va a escuchar, estamos en medio de la nada —dijo Lila mientras entraba al cuarto

— Lila,  déjame ir, date cuenta que puedo perder a mi bebé

— ¿Crees que a mi me importa? Por mi puedes morir aquí y ahora

— No puedo creer que haya tanta maldad en ti

— La hay, mi sed de venganza es muy grande. Tú eras la perfecta, la mejor en todo y a mi no me volteaban a ver ni de chiste. Tuve que buscar formas de llamar la atención pero no era suficiente. Yo solo quería tener lo que tú tenias, a ti tu padre te amaba y te protegía, eras su princesa. Mis padres solo me vieron como un estorbo, siempre cualquier cosa era más importante que yo, crecí sola. Escuchándolos decirme "Ahora no Lila, estamos ocupados. Mejor ve a tu habitación y no molestes" escucharte presumir tu vida perfecta solo hacia que te odiara. Luego conocí a Adrien y me enamore de él, pero una vez más tú estabas en medio, así que busqué la manera de hacer que el te odiara y lo logré, mi único error fue convencerlo para que se casara contigo, nunca debí hacerlo —cada palabra que salía de su boca estaba llena de resentimiento y odio— debí haber aceptado casarme con él cuando me lo propuso

• 𝑳𝒂𝒃𝒆𝒓𝒊𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔 •Where stories live. Discover now