• 𝑳𝒂𝒃𝒆𝒓𝒊𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔 •

ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 26

Marinette

- Hola bebé, soy tu papá y muero de ganas de conocerte -decía con dulzura Adrien sobre mi vientre- Sabes tu mamá y yo estamos muy contentos porque tú estás por llegar, te amamos mucho

- ¿Que te gustaría que fuera? -pregunté atrayendo su completa atención

- Tal vez una niña, que sea tan hermosa como tú

- O mejor un niño, tan guapo como su papá

- No importa lo que sea, lo amaré igual, lo único importante es que este bien

- Soy muy feliz Adrien -dije mientras disfrutábamos del atardecer desde el balcón de su apartamento

- Me alegra mucho mi amor, yo también soy sumamente feliz a tu lado -dijo y luego me besó

Mi vida ahora era llena de felicidad, creo que después de tanto sufrimiento merezco lo que ahora tengo, sin embargo siento que esto es demasiado bueno para ser real... tengo la sensación de que algo puede pasar, que algo malo está por suceder... y a decir verdad me da miedo

- ¿Que pasa amor? -preguntó Adrien sacándome de mis pensamientos- te veo preocupada

- No crees que esto es muy bueno... digo, no es que me desagrade... pero... temo que algo malo llegue a pasar...

- No pienses en eso, todo estará bien, Lila esta siendo buscada por la justicia, pronto pagara por todo el mal que ha hecho

- ¿Y si no? ¿Y si ella logra evadirlos? Ya paso un mes desde la última vez que la vimos, la policía dice que no hay un solo rastro de ella... ¿Qué va a pasar si dejan de buscarla? ¿Si nunca es capturada? Viviremos siempre con esta incertidumbre -dije con preocupación

- A ver amor, primero debes calmarte, tal vez su ausencia significa que se fue, se dio por vencida y nos dejara en paz por siempre.

- No podemos estar seguros de eso

- Ya cielo, deja de preocuparte, eso no le hace bien a nuestro bebé ni a ti tampoco -dijo mientras me abrazaba

- No puedo evitarlo... aveces me preocupo mucho por lo que pueda pasar

- Lo entiendo, seguro es por el embarazo. Pero debes hacer lo posible por estar tranquila, no queremos que nada malo le suceda a nuestro hijo -dijo y posó su mano sobre mi vientre

- Tienes razón, debo cuidarme por el bien de nuestro bebé -respondí y coloqué mi mano sobre la suya

- Sabes tengo algo para ti

- Así ¿y qué es?

- Espera un momento voy por el -dijo y se levantó de suelo para ir al interior de la casa, poco después volvió- Marinette, te amo con todo mi corazón y quiero saber si... ¿te casarías conmigo? -preguntó y abrió aquella cajita de terciopelo que había extendido frente a mi

- Adrien... -fue lo que pude decir, sinceramente no me esperaba algo así - Pero... ya estamos casados -dije con una sonrisa que era producto de mi emoción

- Si, pero me gustaría que lo hiciéramos otra vez, o bueno que, renovemos nuestros votos matrimoniales... ¿qué dices, aceptas?

- Si mi amor, por supuesto que si -respondí y él deslizó el anillo sobre mi dedo

- Coloca tú la fecha, pero que sea pronto -dijo y sonrió

- ¿Que te parece el día de nuestro aniversario?

- Me parece perfecto amor -dijo y me acerque para besarlo- ¿no falta mucho cierto? -preguntó

- Un mes aproximadamente