• 𝑳𝒂𝒃𝒆𝒓𝒊𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔 •

ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 28

Adrien.
Marinette y yo habíamos quedado en cenar juntos en mi apartamento esta noche.
Ya era muy tarde y ella no había llegado, me preocupe y empecé a marcarle a su celular pero no hubo respuesta. Tomé las llaves de mi auto y me puse en marcha hacia su apartamento, al llegar toqué el timbre en repetidas ocasiones y nadie atendía, era muy extraño.

— Hola Alya que gusto saludarte —dije a través del teléfono en cuanto ella respondió

— Que tal Adrien, a que debo tu llamada

— Sucede que Marinette no responde mis llamadas y en su apartamento no está, me gustaría saber si esta contigo

— No, no esta aquí

— Es muy extraño

— Tal vez salio de viaje de emergencia

— No lo creo, me lo hubiera dicho. Alya estoy muy preocupado si llegas a saber algo de ella dímelo inmediatamente

— Claro que si Adrien

Fue lo último y corté la comunicación. No sabía dónde más buscar, lo único que quedaba era esperar a que llegara la mañana.
Ya estaba recostado en la cama, pensando a donde más podía buscar a Marinette y lo más importante aún porque se había marchado, ¿será que hice algo mal? ¿Algo que puedo lastimarla? No, pero todo parecia indicar que ella estaba feliz, ¿Qué está sucediendo?
Mil preguntas sin respuesta rondaban por mi cabeza, hasta que al fin vi la claridad de la mañana.
Tome una ducha para aclarar mi cabeza y pensar con calma, luego desayuné algo rápido y por último avise a mi secretaria que no iría a la empresa.

Lo primero que hice fue ir a la cabaña donde Marinette se ha ua ocultado la primera vez, tal vez allí podría estar.
Para mi mala suerte no había nadie en ese lugar, ella no estaba.
Volví a subir a mi auto y conduje hasta la empresa, en el camino intenté llamar a Marinette, pero el buzón de voz era lo único que me respondía

— Buen día Lucía —saludé a la secretaria parándome frente a su escritorio

— Buen día señor

— ¿Marinette vendrá hoy a trabajar? —pregunté con ansias por saber la respuesta

— Si, pero aun no llega lo cual es raro ya que ella siempre es la primera en llegar

— ¿Sabes si tenia programado algún viaje?

— No señor

— Bien... voy a pasar a la oficina a esperar que llegue

— Por supuesto señor, gusta algo de beber

— No gracias

Entre a la oficina y tomé asiento en la silla de Marinette, de pronto algo llega a mi mente que me hace sobrsaltar ¿Y si Marinette tuvo un accidente? ¿Y si esta grave?

— Buen día Adrien —escuché la voz de Alya quien entraba a la oficina en compañía de Nino

— Hola, buen día

— ¿Como estas bro?

— Mal... no se absolutamente nada de Marinette, y no entiendo que esta pasando

— Nosotros venimos a ayudarte

— ¿Y como supieron que estaba aquí?

— Casualidad, venimos a ver si había alguna novedad y Lucía nos dijo que tú estabas aquí y que te veías muy mal

— Oigan, ahora que me doy cuenta ustedes vienen juntos, acaso ya son...

— Si, hemos estado saliendo y justo ayer nos hicimos novios