ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 13

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Llegué a mi departamento aún sin poder creer todo lo que esa bruja había dicho. ¿Como era posible que yo matará a su hijo? ¿Que hijo? Y quien sabe que tantas barbaridades le dijo a Adrien para ponerlo en mi contra, creo que empiezo a entender porque es así conmigo...

No podía dormir pensando en esa conversación, la noche me había servido para investigar, logré dar con la casa de Lila, ella es la única que puede responder todas mis preguntas.

Cuando al fin llegó la mañana, tome una ducha y luego hice mi desayuno, luego de haber desayunado tome mis cosas y salí de mi casa.

Varios minutos después ya estaba frente a la puerta de aquel apartamento, respire profundo para estar tranquila y luego toqué el timbre.
La puerta se abrió y ver quien había atendido destrozó mi corazón

— Adrien... —sentía como se formaba un nudo en mi garganta y mis lágrimas amenazaban con salir. La mirada de Adrien reflejaba desconcierto, mi presencia allí le causó sorpresa, y las palabras no salían de mi boca

— ¿Quien es cariño? —escuché preguntar a Lila— ¡Oh... Marinette!

Dijo ella fingiendo estar sorprendida, pero parecía estar disfrutando que haya encontrado a Adrien con ella

— Marinette ¿que haces aquí? —preguntó él

— Yo... yo —no tenia la menor idea de que responder— yo... supe que estabas aquí y quise comprobarlo

— ¿Qué?

— Así como lo oyes, alguien me envió un anónimo y quise saber si era cierto o no. Y ya lo comprobé

— No, Marinette yo puedo explicarte todo

— No es necesario, todo está clarísimo —dije y di media vuelta para regresar a mi auto. No podía hablar con ella estando Adrien presente. Lo que menos me esperaba era que estuviera aquí, eso solo indica que él paso la noche con ella, eso me hace daño

— Marinette por favor —dijo Adrien deteniendo mis pasos

— ¿Que pasa Adrien?

— Déjame explicarte, entre Lila y yo...

— No me interesa Adrien, eres libre de hacer lo que quieras, pero por lo menos espera a que el divorcio sea un hecho. Porque supongo que no quieres manchar tu imagen de hombre intachable

— No es lo que piensas

— Es lo que vi. Y no te estoy pidiendo ni una sola explicación. Espero que estemos divorciados pronto

— ¿Qué? Tienes mucha prisa por dejar de ser mi esposa

— ¿Yo tengo prisa? En todo caso eres tú quien espera con ansias que ese día llegue. Ahora si me disculpas me voy a trabajar

El me tomo del brazo y me pego a él impidiéndo que me fuera

— Suéltame Adrien

— Quiero saber como te sentiste al verme aquí

— ¿A que te refieres?

— Tú sabes muy bien a lo que me refiero

— ¡No estoy celosa Adrien! eso querías escuchar, bien, ya lo dije. Ahora déjame ir —dije intentando ser convincente porque era una mentira

— ¡Mientes! Y puedo demostrarlo —dijo y acto seguido me besó. Mi primera reacción fue separame de él y darle una bofetada

— ¡Qué te pasa Adrien!

— ¿Por qué reaccionas así? —preguntó sobando su mejilla

— Como se te ocurre besarme después de haber estado con ella, después de haberla besado a ella ¡es asqueroso! Yo no estoy dispuesta a entrar en tu juego de doble vida. ¡No puedes acostarte con ella y luego venir a besarme cono si nada hubiera pasado!

• 𝑳𝒂𝒃𝒆𝒓𝒊𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora