ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 17

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Habían pasado ya varios de días después que Marinette había emprendido su viaje a Hawaii en compañía de Luka y su secretaria Lucía.
Marinette estaba estupendamente en aquel hermoso lugar entre trabajo y una que otra salida para distraerse, todo iba muy bien.

Por otro lado estaba Adrien con muy mal humor por el viaje de la azabache. Él se encontraba en su oficina en la automotriz atendiendo algunos asuntos con su socio y amigo Nino, entre más trabajo tenia era mejor para el rubio ya que eso lo mantenía ocupado y su mente no pensaba en otras cosas. Sin embargo esto no siempre funcionaba porque de vez en cuando su concentración no era suficiente para resolver los asuntos pendientes y terminaba perdiéndose en sus propios pensamientos

— Yo creo que esto es ... ¿Adrien? ¡Tierra llamando a Adrien!

— Hum! ¿Q-qué? ¿Qué pasa?...

— Eso mismo quisiera saber yo ¿que pasa contigo? ¿En que mundo estas?

— ¡Ay no Nino! No tengo cabeza para nada de esto —dijo levantándose de golpe de su silla y se paro frente al ventanal para apreciar la ciudad nocturna— No dejo de pensar en ella, que está con el imbécil ese

— Estas celoso

— Si, muero de celos. Ella y yo estábamos disgustados cuando se fue... y el idiota ese no va a perder la oportunidad de intentar conquistarla

— Aún no confías en ella

— En ella sí, en él es quien no confío. ¡Cuando va a volver! Dijo que serían tres o cuatro días y ya pasó una semana ¡UNA SEMANA!

— Adrien, aclárame una pequeña duda. Tu haces todo este show porque de verdad sientes algo por Marinette o porque sigues con tu "venganza"

— Ya no hay venganza Nino. Estoy perdidamente enamorado de ella, pero...

— Ah, hay un "pero"

— Si lo hay... yo aun no confío del todo en Marinette, aun tengo mis dudas con respecto a lo que le hizo a Lila. Y para variar aun no hay nada que demuestre que Marinette no lo hizo

— Adrien, acabas de decirme que si confías en ella. Quien te entiende amigo

— Bueno, es qué... Ay Nino, estoy tan confundido. Pero de lo que si estoy completamente seguro es que la amo

— Entonces tienes que hablar directamente con ella, cara a cara.  Y si la amas de verdad no puedes dudar de ella, cuando hablen no pongas en duda sus palabras

— ¡Es que no lo se Nino! ¿Y si le creo y me miente?

— Y si no. Adrien tienes que darle el beneficio de la duda, tal vez lo que hablen te ayude a buscar respuestas

— Tal vez puedas tener razón. —dijo el rubio y una vez más tomó asiento frente al moreno— Sabes anoche me quedé hasta muy tarde aquí trabajando, creo que me quedé dormido y tuve una especie de sueño o tal vez... un recuerdo

— ¿Recuerdo? ¿De qué?

— No lo sé.  Es confuso, se que trataba de una noche, tome algo y luego todo se oscureció, y entre dormido me pareció ver a Marinette, pero inmediatamente después vi a Lila en mi habitación y no, no supe más

— ¿Eso es raro Adrien? ... oye y si...

— ¿Y si qué?

— Y si eso es parte de las respuestas que necesitas. Tú me dijiste que no recuerdas nada de lo que pasó  aquella noche, cuando supuestamente te acostaste con Lila

— No, supuestamente no

— Supuestamente sí, no lo recuerdas así que existe la posibilidad que esa noche no haya pasado nada entre ustedes

• 𝑳𝒂𝒃𝒆𝒓𝒊𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora