، 🍭 : Capítulo 12.

6.3K 671 110
                                    

Los días pasaban en la empresa, Jungkook y Yoongi estaban llenos de trabajo y de reuniones que no les dejaban hacer prácticamente nada más allá del trabajo, ya no pasaban tanto tiempo con sus secretarios y eso los frustraba.

Yoongi y Taehyung habían decidido empezar una relación más allá de lo sexual y les estaba yendo bastante bien, hacían una hermosa pareja y las veces que discutían parecían una pareja de casados. Cosa que a Jimin le parecía muy tierno y divertido a la vez.

La boda de Namjoon y Jin se acercaba cada vez más y la parejita no podía estar más contenta, ya tenían prácticamente todo listo solo, faltaba esperar el día de la boda.

Eunwoo ya tenía pensado en proponerle matrimonio a Hoseok pero no sabía como hacerlo.

Y luego están Jimin y Jungkook, su "relación" iba bien, pasaban tiempo juntos cuando no estaban teniendo sexo y eran momentos donde hablaban de cualquier cosa, estaban cómodos cuando estaban juntos, incluso a veces parecían una pareja. No era mentira que el pelirosa estaba enamorado de su jefe, le gustaba estar con él, le gustaba que le hiciera mimos cuando terminaban de tener relaciones sexuales, amaba ir a cenar a su casa o que él vaya a la suya.

Y Jungkook estaba igual que Park, pero no podía permitirse estar en una relación con él, debió cortar todo lazo con Jimin cuando Yoongi se lo dijo pero no lo hizo porque amaba estar con el menor. Y ahora no solo rompería el corazón de Jimin, sino también el suyo propio.

Por eso se encargó de tomar su cuerpo una última vez, tener ese hermoso cuerpo sobre su escritorio retorciéndose de placer y pidiéndole más, iba a tener esas hermosas y delicadas manos sobre su cuerpo una última vez, probaría sus labios hasta cansarse.

—J-Jungkook... —gimió sin aliento Jimin mientras arqueaba su espalda y se corría sobre su abdomen.

El mayor empezó a mover su cadera más rápido hasta alcanzar su orgasmo dentro del preservativo, sin todavía recuperar el aliento de su orgasmo no dudó en tomar las mejillas del pelirosa y juntar sus labios en un beso rápido y sensual, a la vez que acariciaba su espalda delicadamente.

Al separarse Jimin le sonrió dulcemente y dejó un casto beso antes de separarse completamente y comenzar a vestirse, Jungkook soltó un suspiro cuando el menor fue hasta el baño de su oficina para arreglar su apariencia un poco más, cuando lo vio salir fue otra vez hasta él y volvió a besarlo tomándolo fuertemente de la cadera para que no se separara.

—Mmh... Kook —dice Park tratando de separarse del beso, al lograrlo Jungkook volvió a besarlo sin dejarlo hablar, no quería separarse—. Oye, ¿qué...? ¡Ya basta! —ríe y coloca sus manos sobre el pecho del mayor—. ¿Qué te pasa? Estás muy cariñoso hoy.

—Jimin... me gustas, me gustas mucho... — confesó de repente tomándolo de las mejillas.

La sonrisa burlona del menor empezó a desaparecer poco a poco y una mueca de asombro tomó su lugar y sus mejillas se tornaron de un color carmesí, en su pecho se instaló un lindo sentimiento y sus ojos comenzaron a picar de la felicidad. Saltó a los brazos de Jungkook y esparció besos por todo su rostro.

—Tú también me gustas Jungkook —sonrió con un hermoso brillo en sus ojos.

—¡Jeon Jungkook! —gritó Yoongi entrando a la oficina—. ¡¿Para qué tienes secretario si siempre haces lo que quieres?! ¡Tenemos una junta en menos de 20 minutos! Mueve tu asqueroso trasero.

Jimin soltó una risita y salió de la oficina saludando respetuosamente a Yoongi, prácticamente corrió por la empresa hasta encontrar a Taehyung y saltó a sus brazos soltando pequeños chillidos de felicidad.

—¡No vas a creer lo que pasó, Tae!

Kim sonrió —¿Qué pasó? ¿Por qué tan contento?

—El señor Jeon dijo que le gusto —dijo y Taehyung se tapó la boca.

—¡Oh, Dios mío! ¡Minnie! —lo abrazó mientras sonreía de felicidad por su mejor amigo—. Estoy muy feliz por ti. Entonces... ¿van a empezar una relación?

—Pues, si, ¿no? Ambos nos gustamos así que se podría decir que sí —dijo tomando las manos de Kim—. ¿Te imaginas salir a citas dobles?

Tomados del brazos empezaron a caminar.

—Me lo imagino y sería muy lindo —sonrió—. Estoy feliz por ti, muy feliz, Minnie.

Ambos volvieron a sus puestos de trabajo mientras esperaban a que sus jefes terminen la reunión, Jimin estaba perdido en sus pensamientos. Las palabras de Jungkook se repetían una y otra vez en su mente y en sus labios una boba sonrisa aparecía.

Estaba demasiado enamorado de él.

✧✦✧

Las dos horas de reunión pasaron increíblemente lento para Jungkook, debía estar acostumbrado a juntas tan largas y aburridas pero con la cantidad de cosas que tenía en la cabeza las horas no pasaban nunca. Cuando la junta dio su fin, cosa que agradeció internamente, volvió a su oficina frunciendo el ceño extrañado al no ver a Jimin en su silla, le restó importancia ya que seguramente se fue a imprimir unas cosas y entró a su oficina con un extraño sentimiento en el pecho.

A los 20 o 25 minutos Jimin volvió a su puesto de trabajo con unos papeles todavía tibios entre sus manos, había tardado demasiado en la impresora pero de un momento a otro esta dejó de funcionar y tuvo que bajar hasta las oficinas de abajo y terminar con lo que había empezado. Se sentó en su escritorio y empezó a separar de a tres hojas para engraparlas a un costado, soltó un bufido al quedarse sin grapas y tuvo que pedirle a Taehyung un par.

Luego de unos 10 casi 15 minutos de estar acomodando las hojas y engrapadoras, las guardó en una carpeta de plástico color azul y se levantó de su asiento para tocar la puerta de la oficina de Jungkook, como nadie contestó abrió la puerta sin avisar y su corazón se rompió en mil pedazos al ver al escena frente a él.

Jungkook, con una chica, besándose.

—Jimin... —susurró Jeon al ver al pelirosa desde el umbral de la puerta observándolos con un mueca dolida en su rostro.

—¡Oh! ¡Cuanto lo siento! —dijo aquella chica pelinegra al darse cuenta de la presencia de otra persona—. Perdóname, hace mucho que no lo veía y me emocioné un poquito. Me presento, soy Lalisa Manoban, pero dime Lisa.

Jimin aceptó la mano de la chica una vez se acercó a ellos a pasos lentos —Buenas tardes, señorita Manoban, soy Park Jimin, el secretario del señor Jeon, trabajo para él hace casi tres meses...

—Mi más sentido pésame, lindo. Ninguno de sus antiguos secretarios duraron ni dos semanas, ¿cómo hiciste para aguantar a este gruñón?

—Lisa, ya déjalo... —advierte Jungkook.

—Disculpe el atrevimiento, señorita pero... ¿quién es usted? Digo, nunca la ví por la empresa —dice Park aguantando las ganas de llorar.

—Soy tailandesa, estuve en mi país para visitar a mi familia. Soy la esposa de Jungkook, llevamos casados casi seis años...

Jimin sintió como su mundo caía a pedazos con una sola frase, su corazón se rompió en mil pedazos más si era posible y las ganas de llorar y gritar se hicieron más presentes.

—O-Oh, ya veo. Hacen una linda pareja —sonrió falsamente y con un amargo sabor en su garganta—. Y-Yo solo venía a dejarle esto al señor Jeon, fue un gusto conocerla, señorita Manoban.

—Igualmente, Jimin —sonrió.

Jimin salió de la habitación y se permitió llorar después de tanto contenerse. No quería seguir en la empresa, ni estar cerca de Jeon Jungkook, mientras corría hacia la salida se encontró con Taehyung y Yoongi.

—¿Jimin? ¿Qué...? ¡Espera! —gritó Kim antes de salir detrás de su amigo.

Yoongi soltó un suspiro y se masajeó el puente de la nariz. Ya sabía lo que había pasado.

—¡Yoongi! ¿Viste a Jimin? —preguntó un agitado Jungkook.

—Sí lo ví, y déjame decirte que eres un gran imbécil, no imbécil te queda corto, eres un hijo de perra —dijo completamente serio observando a su hermanastro—. Te dije, te advertí que cortes contacto con Jimin porque algo como esto podía pasar, no me hiciste caso y solo seguiste con tu jueguito de mierda. Mira como terminó.

—Yo no...

—Cállate, Jimin ahora lo último que quiere es verte la cara. Espero que estés contento.

lollipop › kookminWhere stories live. Discover now