، 🍭 : Capítulo 20.

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Minutos antes...

Lisa caminaba por las calles soleadas de Seúl con unas bolsas en sus manos, había ido a hacer unas compras para su departamento y estuvo recorriendo el centro en busca de unas lindas cortinas para la sala de estar y algunas cosas para la cocina. Entró al gran edificio y caminó hasta el ascensor presionando el botón del décimo piso, dejó sus zapatillas en la entrada y dejó las cosas sobre la mesa.

Se quitó los lentes de sol y el cubre bocas dejándolos sobre un pequeño platito que había sobre un mueble pequeño en la entrada, empezó a acomodar todas las cosas y por último colocó las cortinas, cosa que le llevó unos 15 o 20 minutos. Una vez terminó, decidió sentarse en el sillón a ver una película para relajarse un poco, a los pocos minutos su celular empezó a sonar sobre la mesa ratona, estiró su brazo y observó el nombre del contacto, era Kim Yongsun la psicóloga de Jungkook. Frunció el ceño, ¿por qué la estaba llamando?

—Hola, YongSun —saludo de forma amable poniéndole pausa a la película.

Hola, Lalisa, lamento llamarla así de la nada pero intenté contactarme con el señor Min Yoongi pero no me contesta las llamadas —dijo la mujer del otro lado de la linea.

—Oh, tal vez debe estar en una junta. ¿Por qué necesitas hablar con él?

Hace como dos semanas que Jungkook no viene a las citas y cuando intento llamarlo, me da el buzón de voz —explicó Kim—. ¿Pasó algo para que no asista a las citas?

—Espera —dijo levantándose del sillón—. ¿Cómo qué no está yendo?

No, Lisa, ¿pasó algo? ¿Ya no quiere venir? Sabes que no puede hacer eso, necesita la terapia.

Las manos de la pelinegra empezaron a temblar —Después te llamo, Yongsun. Gracias por avisarme.

Cortó la llamada sin dejar que Yongsun conteste, se colocó sus zapatillas y salió de su departamento solo con su celular y algo de dinero en sus bolsillos, tomó un taxi y en el camino intentaba contactarse con Jungkook pero no contestaba y eso la ponía más nerviosa. Le pagó al taxista sin importarle si le dio de más y entró corriendo al edificio que conocía bien, escribió el código de seguridad y entró al departamento de Jeon sin quitarse los zapatos, cosa que no importaba en ese momento.

Al pasar por el pasillo se dio cuenta que la puerta del baño estaba cerrada, la abrió de golpe y su corazón paró de latir por un momento... Jungkook se encontraba dentro de la tina llena de agua, en el suelo un bote de pastillas y sus muñecas estaban cortadas, el agua no era de un color cristalino pues esta se mezcló con la sangre del pelinegro.

—¡Jungkook! —gritó tomándolo de las mejillas—. ¡¿Por qué carajo hiciste esto?! —dijo con sus ojos llorosos. Lo tomó de los brazos y lo sacó de la tina cayendo los dos al piso, el agua rebalsó y cayó al suelo manchándolo con el agua mezclada con la sangre. Jeon todavía respiraba, no estaba del todo inconsciente—. ¡N-Ni se te ocurra cerrar los ojos!

Con desesperación tomó su celular y llamó a emergencias colocando el teléfono en alta voz dejándolo en el piso.

Emergencias, ¿en qué puedo ayudarle? —dijo un hombre desde la otro linea.

—N-Necesito una ambulancia ya, m-mi amigo se está desangrando —balbuceó nerviosa tratando de hacer reacción a Jeon—. É-Él ingirió p-pastillas y también cortó sus muñecas, p-por favor ayúdeme...

Dígame la dirección, señorita —pidió el hombre y Lisa se la dictó entre balbuceos—. ¿Qué pastillas ingirió?

Lisa con las manos temblando tomó el bote —S-Son antidepresivos.

lollipop › kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora