، 🍭 : Capítulo 23.

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Seis meses. Eso era lo que había pasado desde aquella cena. Siguieron hablando y teniendo pequeñas citas, ya sea salir a caminar, almorzar o cenar, a veces en restaurantes o en sus casas. Las cenas en casa se podrían considerar más románticas, pues luego de comer se sentaban en el sillón a ver una película o charlar con unas copas de vino en sus manos pero hasta ahora nunca se habían pasado de unos simples abrazos o besos que Jimin recibía en su frente a modo de despedida.

Se sentía tan bien estar juntos nuevamente, sentir el calor del cuerpo ajeno cuando se acostaban en el sillón a ver la tele. Aparte de la compañía del mayor, Jimin había extrañado de sobremanera sus labios, esos jodidos labios carnosos que extrañaba tanto besar y morder pero tenía miedo de hacerlo, acordaron ir lento y Jeon demostraba que no tenía intenciones de besar todavía.

O eso creía Jimin.

Se quedaban horas hablando por teléfono por la noche cuando no se veían en el día, pasaban mucho más tiempo juntos que antes y eso era tan reconfortante para ambos. Habían veces que Jimin iba a la empresa para verse, si bien no hablaban debido a que Jungkook estaba lleno de trabajo su simple compañía bastaba.

Jungkook se mostraba mucho mejor que antes, más contento, más animado y eso hacía feliz a Yoongi pues según su psicóloga estaba mejorando mucho y que al haberle sacado los antidepresivos su estado mejoró.

Ahora mismo el menor se encontraba sentado en el sillón de la oficina del mayor usando su teléfono, estaba hablando con sus amigos en el grupo que tenían y Hoseok les estaba contando que Eunwoo estaba raro, como nervioso y sentía que le ocultaba algo. Si había algo que caracterizaba a Jung era ser un paranoico, él ya estaba pensando que Woo lo estaba engañando, que lo iba a dejar, que ya no lo quería, que iba a vivir toda su vida como un solterón con 20 gatos y lo más seguro que no era nada de lo anterior.

—Jim —el nombrado levantó la vista al escuchar la voz del mayor—. ¿Puedes venir aquí?

El castaño caminó hasta el escritorio y se sorprendió cuando Jeon lo hizo sentar en su regazo.

—¿Qué pasa, Hyung? —pregunta con un leve rubor en sus mejillas.

—Dentro de poco tengo un viaje de negocios y me preguntaba si... querías venir conmigo —dice algo nervioso. Jimin simplemente se quedó callado por varios segundos aumentando los nervios del mayor—. S-si no quieres venir lo entenderé...

—Sí me gustaría, Hyung —sonríe al ver en los ojos del mayor un brillo por su respuesta positiva.

—¿De verdad?

—Sí, ¿a dónde tienes que ir?

—A Italia.

—¡¿Italia?! —exclamó casi dejando a Jungkook sordo—. ¡¿Roma?!

—Sí, Minnie —dice divertido.

—¡¿Cuándo?!

—En dos días —responde sonriendo—. En ese caso, le diré a Beomgyu que haga espacio para otra persona.

Desde que Jimin empezó a ir a la empresa otra vez se volvió cercano a su nuevo secretario, intercambiaban unas palabras cuando se cruzaban por el lugar teniendo conversaciones amenas. También Choi se llevaba bien con Taehyung, lo cual le sumaba más puntos.

—Señor Jeon —hablando del rey de Roma—. El señor Song lo está esperando en la sala de juntas, en unos minutos llegan los ejecutivos Ceo.

—Bien, gracias Beom —el nombrado hizo una pequeña reverencia y cerró la puerta de la oficina. Jimin se levantó de las piernas de Jeon y le acomodó el traje—. ¿De verdad quieres quedarte aquí solo? Puedes volver a casa si quieres.

Jimin negó con la cabeza ajustando la corbata —Si están Beom y Taehyung no voy a estar solo. Además tengo una maleta que armar.

—Claro —sonrió—. Entonces el sábado te paso a buscar a las siete de la mañana, ¿bien?

—Sí, Hyung. Ahora ve, antes de que Yoongi Hyung se enoje contigo.

Jimin quedó finalmente solo en la oficina tomó su celular nuevamente fijándose los 200 mensajes que Hoseok había mandado al grupo por su paranoia. Nunca cambiaba.

✧✦✧

Jimin jamás se imaginó ver un avión privado en toda su vida, se quedó con su equipaje en mano observando el medio de transporte con la boca abierta y no era el único, Taehyung y Beomgyu estaban igual que él.

—¿Listos? —pregunta Yoongi y los tres menores asienten en sincronía—. Bien. ¡Todos a bordo que Roma nos espera!

Al subir al avión sus bocas casi se desprenden de sus rostros, si ya era lindo de fuera adentro era completamente hermoso, las dos azafatas que había los saludó respetuosamente mientras les indicaban como ponerse el cinturón de seguridad o como usar la mascarilla en caso de emergencias. Jungkook y Jimin se sentaron juntos con Yoongi y Taehyung a su lado mientras que el pobre de Beomgyu se sentó solo abrazado un osito de peluche, pues se durmió apenas se sentó.

—¿Nervioso? —pregunta Jeon hacia Jimin.

—Algo —sonríe con notables nervios.

—Duerme si quieres. El vuelo dura once horas, llegaremos a Italia como a las once del medio día.

—¿Tú no vas a dormir? —pregunta Park acomodándose en el hombro del mayor.

—En un momento, tengo que ver unas cosas antes —suspira desbloqueando su celular.

—Hazlo cuando lleguemos al hotel, se nota que estás cansado. Tus ojeras te delatan, Hyung.

—Bien, tú ganas —responde después de unos segundos y Jimin sonrió victorioso.

El vuelo fue tranquilo, pues durmieron todo el tiempo lo único molesto fue la turbulencia cuando estaban por llegar. Aterrizaron en Fiumicino el aeropuerto de Roma, hasta el aeropuerto era precioso, y de ahí fueron al Hotel Artemide, uno de los mejores hoteles del país. Era gigante y realmente hermoso, parecía un castillo, por fuera tenía un estructura "antigua" como del siglo XIX o XX. Las habitaciones eran modernas y muy espaciosas, realmente hermosas. Habían reservado tres habitaciones, para Jimin y Jungkook, Yoongi y Taehyung y por último Beomgyu y su osito.

—Hoy tengo una junta a eso de las dos de la tarde con Yoongi pero si quieres puedes salir con Taehyung y Beomgyu a recorrer Roma —dice Jeon saliendo del baño de la habitación con un traje limpio, mientras se acomodaba la corbata.

—Sí, tranquilo... Igual tengo que transmitir para Lollipop —responde con las mejillas algo rojas.

—Oh, bueno... De igual forma puedes salir cuando... termines —carraspea—. Yo no sé cuando voy a terminar, pero mañana en la noche podemos ir a cenar, ¿quieres?

—Me gustaría, Hyung —sonríe—. Tienes la corbata mal arreglada.

—Joder —susurra deshaciendo el nudo—. ¿Por qué siempre me pasa lo mismo?

—No te pasa siempre lo mismo, simplemente estás nervioso por esa importante junta —dice tomando los extremos de la corbata.

—A veces odio que me conozcas tan bien.

Jimin ríe —Lo mismo digo... Listo, puedes ir.

—Gracias Minnie.

Ambos estaban muy cerca, mirándose a los ojos sin decir nada. La tensión de besarse estaba en el aire y ellos lo sabían pero ninguno hacía nada.

—Que... que te vaya bien, Kook Hyung...

—Oh, ah... Sí, luego nos vemos Minnie.

Jeon tomó su maletín y salió de la habitación no sin antes dedicarle una linda sonrisa al menor. Jimin volvió a estar solo, suspirando se tiró a la cama pensando en lo que había pasado, ¿de verdad estuvieron a punto de besarse?

—Mejor me pongo a transmitir.

lollipop › kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora